Así se gestó el fracaso de Ricardo La Volpe como DT Boca Juniors en 2006
El Bigotón llegaba al xeneize como estelar tras su buena gestión con la Seleción de México, pero no supo aprovecharlo y fraguó un sonoro revés.
Ricardo La Volpe tiene la certeza que pudo dirigir a la Selección de Argentina si hubiera logrado coronarse con Boca Juniors en el Torneo Apertura 2006, aunque a cambio fraguó uno de los fracasos más importantes en su carrera.
Tras su destacado paso por la Selección Mexicana, a la que clasificó "caminando" a la Copa del Mundo de Alemania 2006, pero con la que no pudo ir más allá de los Octavos de Final en ese certamen, se le abrió la posibilidad de asumir la dirección técnica del equipo xeneize tras la salida de Alfio Basile a la Albiceleste, aunque algunas malas decisiones terminó por cobrarle factura.
Solo duró tres meses
El Bigotón fue presentado con el gigante argentino a mediados de septiembre del año mencionado ante un grupo encarrerado que tenía siete triunfos consecutivos y que pensaba únicamente en la corona.
De inicio prometió que no iba a "meter mano" a fondo, porque Boca es "un equipo armado", aunque curiosamente fue lo primero que empezó a hacer, ya que veía huecos por corregir. Intentó imponer su sello, el que lo había hecho destacar en México, pero a cambio solo se ganó la desconfianza de sus pupilos y en algunos casos su animadversión.
Los veteranos del plantel, como Hugo Ibarra, Martín Palermo y Marcelo Delgado fueron los primeros en marcar su distancia, lo que llevaría a perder ese paso abrumador de triunfos.
En los tres meses que duraría su estancia, Boca ganó ocho partidos, empató dos y perdió tres, sin poder dejar un buen sabor de boca en ninguno de ellos.
Ese bajón de rendimiento le pegó especialmente en el cierre de campeonato, donde Boca perdió dos partidos, los cuales obligaron a un encuentro de desempate y por el título ante Estudiantes de la Plata, el cual perdieron por 2-1.
La renuncia puesta
Apenas finalizó el partido ante Estudiantes, La Volpe ya tenía la certeza de que habían sido sus últimos minutos en ese banquillo por los resultados y la animadversión de la afición xeneize.
"Estamos para ganar, más allá de que no se logró el objetivo, llegamos a esta gran final, pero tengo que presentar la renuncia porque no se logró el objetivo", señaló el timonel, quien vio así frustrado su sueño de destacar con un grande y dar otro paso rumbo a su consolidación.