Italia campeón del Mundial 2006, la última gran Azzurra
Hace 14 años Italia ganaba el Mundial en Alemania, en un partido que se manchó por el cabezazo de Zidane.
Actualmente la Selección de Italia no logra acaparar los reflectores, pues la última vez que lo hizo fue en el Mundial del 2006, cuando logró consagrarse en tierras alemanas tras superar a Francia en un partido que tuvo de todo, incluido un polémico cabezazo de Zinedine Zidane.
Bajo la dirección del técnico, Marcelo Lippi, la Azzurra no tuvo problemas para superar la Fase de Grupos contra equipos como Ghana (2-0) y República Checa (2-0), además que empató con Estados Unidos (1-1), mientras que los franceses se complicaron porque sólo vencieron a Togo (0-2), ya que igualaron con Suiza (0-0) y Corea del Sur (1-1).
Camino a la gloria
En las fases de eliminación directa, Italia llegó como favorita en dos ocasiones contra Australia (1-0) y Ucrania (3-0), siendo que en las Semifinales dio un golpe de autoridad al echar al anfitrión Alemania (2-0). En tanto, Francia tuvo un trayecto más exigente con España (1-3), Brasil (0-1) y Portugal (0-1).
Día histórico
Pese a que la Azzurra había tenido un paso firme desde el inicio, los rivales que superaron los franceses pusieron la balanza pareja por eso en el partido hubo una guerra por el centro del campo, siendo que Zidane abrió el marcador al minuto 7, pero las cartulinas se igualaron al 14' con el tanto de Marco Materazzi.
Las redes se movieron rápido pero más que abrir el encuentro, se terminó por cerrar, eso obligó la tanda de penales donde sólo hubo un villano, David Trezeguet, pues el único que falló el disparo y eso otorgó el título a Italia.
14 años del cabezazo de Zidane
La Final del 2006 también quedó marcada por una de las agresiones más famosas del deporte, el cabezazo de Zidane a Materazzi que le costó la expulsión, situación que el propio francés dice estar arrepentido e incluso ofreció disculpas.
"No me siento orgulloso de ese gesto, me he disculpado ante todos los jóvenes; forma parte de las cosas que no son graves, pero uno debe aceptar, debe digerir", confesó el ahora técnico del Real Madrid.