'Ni mi hija quería verme'; Jared Borgetti y sus sacrificios por irse a Arabia
El retirado goleador de la Selección Mexicana recordó que en su etapa en el futbol árabe sufrió la soledad, al grado que su hija se negaba a hablar con él.
Arabia Saudita, tierra de jeques, opulencia y dinero a raudales, pero que irónicamente hizo sentir lleno de carencias a Jared Borgetti, el histórico goleador mexicano que tuvo una breve etapa como jugador en el Al-Ittihad de aquel país en el año 2006.
Pese a los millones que ganó militando en el futbol árabe, al Zorro del Desierto le costó mucho en lo personal. La soledad por algunos meses e incluso su hija menor no quería hablarle porque sentía que la había "abandonado" con solamente tres añitos.
"Mis hijas eran muy pequeñitas y en aquel entonces la más chica tendría como tres años. Un día mi esposa le dijo a la niña: 'Ven a saludar a tu papá, para que lo veas' y le respondió: 'A ese señor no lo quiero ver'. Ella ya quería que me regresara porque no se fueron conmigo a Arabia, pasé como siete meses sin verla", recordó el goleador en entrevista con Rogelio Ramos.
Su esposa fue la única de la familia que estuvo con él durante algunas semanas, pero ella también la pasó mal por las creencias religiosas en aquella parte del mundo, coincidiendo su visita con el Ramadán, cuyas prohibiciones para las mujeres resultan incomprensibles.
"Fui a jugar seis meses y, pese a tanto lujo, hay carencias hasta cierto punto. No hay cerveza, bares, lugares para divertirte. Mi mujer tuvo que andar con la burka porque fue en el mes del Ramadán. Yo vivía en un hotel y durante esas fechas hasta el gas te cerraban para que no cocinaras, solo había servicio al cuarto. Las mujeres no podían manejar, trabajar ni entrar al estadio", platicó.
Recordemos que Jared Borgetti fue fichado por el Bolton Wanderers de la Premier League en el verano del 2005 tras su destacada participación con México en la Copa Confederaciones. Estuvo una temporada con los británicos, en la que metió siete goles y así llegó al Mundial 2006, tras el que emprendió la aventura árabe, volviendo a México para inicios del 2007 con Cruz Azul, uno de los muchos clubes para los que militó en nuestro país.