Joaquín Urquiaga, el portero 'gordo' que triunfó en España y México
El portero destacaba por su flexibilidad pese a su sobrepeso.
Su aspecto era diferente al prototipo de futbolista de cualquier época, Joaquín “Chavo” Urquiaga lucía una complexión más bien ancha comparado con sus compañeros y rivales. Sin embargo, su flexibilidad y agilidad bajo los tres postes lo hicieron legendario y prueba de ello fueron sus títulos en España y México.
Debutó en el Real Betis Balompié en 1932 donde se ganó la titularidad y un par de años más tarde escribió una de las mejores historias desde que se fundó el club en España. En la temporada 1934-35 fue el arquero menos goleado con 19 tantos en la Liga y formó parte del equipo que ganó el primer y único campeonato.
Nació en 1910 en Zorroza, Viscaya, y tras debutar en 1932 permaneció en la institución hasta 1936 cuando estalló la Guerra Civil española, motivo por el cual decidió venir a México donde se integró al Asturias.
El apodo de “el gordo”
Desde joven tenía sobrepeso y cuando ya era jugador profesional, las crónicas de la época lo sitúan con sobrepeso, con un cálculo de más de 100 kilos y de acuerdo con Carlos Calderón, historiador del futbol mexicano, su peso era de 112 kilos que no se notaban cuando jugaba y lucía, raudo y veloz, bajo los tres postes.
“Urquiaga nos sorprendió porque dentro de su voluminoso abdomen y su corpulencia tenía una agilidad prodigiosa y se tenía en el aire o saltaba por un centro, con la flexibilidad de un muchacho espigado”, rescató Calderón de una crónica escrita para el diario "As de Futbol" de la década de los 40.
Campeón en México
En México militó con el Asturias desde antes de ser formalizada la época profesional en México, aunque eso no le impidió ganar algunos torneos locales en el antiguo Distrito Federal.
Con el "Gordo" Urquiaga en la portería, el Asturias se convirtió en el primer campeón de la Liga Profesional de Futbol en la Temporada 1943-44. Curiosamente dejó en el camino al Real España donde jugaba su compatriota y amigo Isidro Lángara, otro de los jugadores vascos que dejaron legado en el futbol mexicano.
Después de triunfar en el Asturias, Urquiaga se fue a Veracruz donde jugó al lado de Luis “Pirata” Fuente y también logró el título de Liga en la temporada 1945-1946.
Colgó los guantes al siguiente año y de inmediato se convirtió en entrenador de los escualos, con los que ganó la Copa México en 1948. A sus trofeos anexó el único título de Liga que tiene un equipo de Tamaulipas tras conseguir la Liga en la temporada 1952.
En 1963 regresó a España donde falleció en 1965 a la edad de 55 años causando una gran conmoción en la Península Ibérica y en México. A su funeral asistió su amigo Isidro Lángara para despedir al portero que hizo historia en el balompié azteca.