¿Guardado o Di María? El dilema del Deportivo La Coruña para fichar al Principito

Con dinero solo para realizar un fichaje en el mercado de verano del 2007, el Deportivo La Coruña se dispuso a estructurar su plantilla de jugadores bajo la orden del entrenador español, Miguel Ángel Lotina, que ese mismo año había dejado a la Real Sociedad para hacerse cargo del equipo gallego, que una campaña antes había terminado en la posición 13 de la tabla general de la liga de España.

Tras un análisis de las necesidades del equipo, la directiva y el cuerpo técnico decidieron buscar un jugador de banda izquierda.

¿Por qué Deportivo La Coruña decidió fichar a Guardado?

Entre la lista de posibilidades se encontraban dos futbolistas latinoamericanos de entre 20 y 21 años, que sus nombres ya empezaban a sonar en algunas latitudes del Viejo Continente: Ángel Di María y Andrés Guardado, ambos con menos de dos años disputados en primera división.

“Cuando yo ficho con el Deportivo La Coruña, el presidente me dice que solo teníamos dinero para hacer un fichaje. Viendo la plantilla y hablando con la directiva llegamos a la conclusión que necesitábamos un jugador por la banda izquierda”, platicó Miguel Ángel Lotina en entrevista telefónica con mediotiempo.com.

“Empezamos a estudiar el mercado y entre las opciones que vimos estaba Andrés Guardado, el otro era Ángel di María y el otro era Royston Drenthe, tres jugadores que tenían entre 20 y 21 años”.

En ese momento, Andrés Guardado defendiendo los colores del Atlas, ya había disputado una Copa del Mundo en Alemania 2006. Di María, jugando para Rosario Central, se había coronado campeón del Mundial Sub-20 en Canadá 2007, torneo en el que la Albiceleste eliminó en Cuartos de Final a la Selección Mexicana de la generación de Giovani dos Santos, Carlos Vela y Chicharito Hernández.

La Coruña arrebató fichaje al PSV de último minuto

“Hicimos una valoración y decidimos decirle al presidente que fuese para fichar a Guardado. No sé si hubiéramos podido fichar a Di María, pero al que elegimos fue a Guardado”, agregó el técnico vasco, quien comentó que no fue fácil la llegada del Principito, pues para cuando ellos presentaron una oferta, la directiva rojinegra ya se encontraba en negociaciones avanzadas con el PSV Eindhoven.

“Nos enteramos que estaba bastante adelantado con el PSV Eindhoven, pero el presidente lo empieza a negociar y consigue el fichaje, así llegó Andrés a Coruña”.

Deportivo La Coruña desembolsó siete millones de euros por la contratación del mediocampista tapatío, uno más de los seis que pagó el Benfica para llevarse al Fideo, que en los 16 años jugando en Europa ha vestido las camisetas del Real Madrid, Manchester United, París Saint-Germain y Juventus.

‘Cómo están cabrones’, así se presentó Andrés con su nuevo equipo

Miguel Ángel Lotina, que en los últimos cinco años dirigió en el futbol japonés, recuerda con risas la llegada de Andrés Guardado a La Coruña y las primeras palabras que le dedicó a sus nuevos compañeros, a quienes se ganó rápidamente gracias al carisma y a la forma de trabajar ya en el terreno de juego.

“Llegó al aeropuerto y nos avisaron, nosotros estábamos entrenando, que Guardado había llegado y que antes de ir al hotel quería ir a saludar a sus compañeros”.

Entre sus compañeros en esa plantilla estaba Fabricio Coloccini, exfutbolista argentino y actual auxiliar técnico de Fernando Gago en las Chivas.

“Estábamos todos en el vestuario esperando que llegara, estábamos esperando a un chavo de 20 años. Entró y dijo, ‘Cómo están cabrones’, todo mundo se quedó sorprendido porque eso en España no es normal, y así se ganó al vestidor ese mismo día, por su manera de ser y encajó en el grupo muy rápido”.

Finalmente Miguel Ángel Lotina habló sobre las cualidades de Andrés Guardado como futbolista, destacando la regularidad que tenía en el campo, ya que si bien no era un jugador de 10, por su notable rendimiento se convirtió en un jugador de confianza para él.

“Era que era un jugador muy consistente, podías contar con él. Pocas veces acabando el partido si ponías notas era difícil ponerle un 10, pero tampoco le ponías un cinco. Siempre era un siete o un ocho, siempre estaba en un notable alto y para un entrenador tener un jugador de estas características da mucha confianza”, concluyó.

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