Golazo, magia y la tradición de ‘Papá Culé’; Barcelona repite dosis al Real Madrid

Un merengue endeble fue vencido una vez más por el Barcelona. Por segunda vez consecutiva en menos de cinco días, los culés derrotaron al Real Madrid, esta vez con marcador 1-0 en el Estadio Santiago Bernabéu.

Sin capacidad de anotar goles, el Real Madrid no pudo con su acérrimo rival el miércoles en la Semifinal de la Copa del Rey (0-3, global 1-4) ni tampoco en este encuentro de la Liga.

Con toques de primera intención, los avisos del Barcelona comenzaron desde el minuto 10 con una jugada entre el delantero Dembélé, el lateral Jordi Alba y el incomparable artillero Lionel Messi.

Perseverantes a su estilo, a los 18 minutos los culés encontraron la primera clara de gol cuando el propio Messi logró concretar una jugada de pared con el ofensor Luis Suárez y, frente al arquero Thibaut Courtois, el argentino ‘bombeó’ el balón pero increíblemente no entró a la portería.

La respuesta de los Merengues estuvo primero en un disparo del mediocampista Toni Kroos al 12’ y luego un disparo de Luka Modric al 22’, éste último salvado por el zaguero Gerard Piqué, quien se barrió para evitar el tanto.

El gol que definió el juego llegó tres minutos después, cuando el mediocampista Ivan Rakitic recibió un pase filtrado y se metió al área. Ahí solo tuvo que definir ante la salida de Courtois, quien amenazaba con tapar cualquier disparo gracias a su 1.99 metros de estatura.

Sin embargo, el mediocampista croata supo definir con la magia que lo caracteriza y anidó la de gajos para lograr el 1-0.

Fue una losa muy pesada para los blancos, quienes mostraron su frustración con faltas constantes, como la barrida del contención Casemiro sobre Rakitic al 35’ o el manotazo de Sergio Ramos en la cara de Messi al 45’.

En el segundo tiempo, el astro argentino mostró molestia en la ingle derecha, pero no salió del campo y por el contrario realizó un par de sprints.

A eso se sumó una gran atajada del arquero del Madrid, Courtois, a disparo de Luis Suárez.

Los dirigidos por Santiago Solari no iban a bajar los brazos tan fácil y en los últimos 10 minutos comenzaron un asedio sobre el área de los culés, que no encontraban los caminos para hacerle llegar el balón a sus ofensores.

Pero, una vez más, y por cuarta vez consecutiva en la Liga, el Barcelona se metió al templo blanco y se quedó con los tres puntos para afianzar su liderato con 60 unidades tras 26 juegos.

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