La leyenda (no tan cierta) de los futbolistas ucranianos fusilados tras humillar a Alemania
Durante la Segunda Guerra Mundial, se esparció una historia de un equipo de futbolistas ucranianos que encontraron la muerte al no dejarse perder.
La invasión a Ucrania que actualmente se lleva a cabo por parte de Rusia revive hechos históricos difíciles de creer debido a la crudeza acontecida en otros conflictos armados, como la leyenda de un equipo de futbol de ucranianos, quienes fueron fusilados días después de humillar a Alemania en una cancha de futbol.
Según la historia, ese partido se jugó en Kiev, el 9 de agosto de 1942, entre dos equipos de futbol, uno integrado por soldados alemanes y el otro por jugadores ucranianos. Los primeros se jugaban el prestigio de ejército invasor, mientras que los otros ponían en juego su supervivencia. La leyenda decía que si querían vivir, los ucranianos deberían perder, pero, como un acto de rebeldía, se llevaron el triunfo, por lo que pagaron con su vida al ser fusilados.
Ese encuentro quedó en la memoria colectiva y 21 años después de aquel 1942 se hizo una película llamada el 'Partido de la muerte'. Sin embargo, posteriormente se dio a conocer que la realidad no era tan romántica como se llegó a contar, pues se supo que varios encuentros donde se enfrentaba un equipo repleto de ucranianos contra escuadras que eran integradas por soldados alemanes.
La dolorosa historia
En aquellos años, antes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el Dinamo Kiev era el mejor equipo del país, pero acercándose a los años 40, fue perdiendo nivel futbolístico. La temporada de 1941 no pudo terminarse, pues Alemania invadió la Unión Soviética el 22 de junio de ese año; fue en ese momento cuando algunos jugadores del Dinamo fueron reclutados; futbolistas que sobrevivieron al ataque se convirtieron en prisioneros de guerra en los campos de concentración.
Se dio una serie de 10 partidos, según el periodista deportivo e historiador ucraniano, Valentin Scherbachov, confirmando que todos los encuentros fueron ganados por el equipo ucraniano, por lo que un comandante prohibió más duelos, para evitar que las fuerzas alemanas fueran desacreditadas.
Por muchos años, la creencia fue que sólo se había jugado un partido, el cual si lo ganaban los ucranianos, serían fusilados; al ganarlo, la historia contaba que habían sido ejecutados por haberlos humillado en el terreno de juego; sin embargo, tiempo después un sobreviviente contó la realidad de la historia, donde confirma la serie de juegos y el motivo por el cual mataron a esos futbolistas.
Se trata de Vladlen Putistin, quien en aquel entonces tenía sólo ocho años y fue recogebalones en el encuentro, su padre era uno de los jugadores ucranianos, Mijail Putistin.
“No hubo patadas, nadie dijo a los jugadores que tenían que perder; hubo momentos muy tensos, pero sólo porque el partido fue intenso, con una gran remontada. Los jugadores saltaron al terreno con el mismo espíritu con el que se participa en una acción de guerra… Decenas de miles de personas fueron testigos de la humillación alemana y del triunfo de nuestros atletas; después del partido volvimos a casa y lo celebramos; unos días más tarde, incluso se jugó otro partido; las detenciones llegaron después”, menciona un artículo del diario La Vanguardia.
El conjunto ucraniano llevó el nombre de FC Start y venció a la Guarnición húngara 6-2; a la Guarnición rumana 11-0; al equipo trabajadores del ferrocarril militar por 9-1; al PGS (Alemania) 6-0; al MSG.Wal (Hungría) 5-1 y 3-2 y al Flakelf (Alemania), éste último fue el del 9 de agosto y pidieron revancha los soldados, por lo que se midieron el 16 de agosto, donde una vez más fueron humillados, esa vez 8-0.
Flakelf estaba integrado por pilotos y soldados de la defensa antiaérea que estaban en muy buena forma, pero no tenían técnica futbolística; mientras que los futbolistas ucranianos, mal alimentados, sin fuerza, pudieron demostrar su calidad en la cancha. Después de esto se suspendieron los juegos para evitar que por medio del futbol, los ucranianos se vieran motivados para vencer a las tropas alemanas.
Los futbolistas habían encontrado refugio con un panadero, cuando de pronto un día llegaron los alemanes buscándolos y acusándolos de ser parte del Partido Comunista; la historia cuenta que Dinamo era una estructura del NKVD, la policía secreta soviética, por lo que los jugadores Nicolai Trusevich, Ivan Kuzmenko y Alexei Klimenko murieron fusilados. Nikolai Korotkich, que había sido detenido aparte, murió torturado.
El resto de futbolistas fueron enviados a los campos de concentración de Syrets, donde Ivan Kuzmenko, Oleksey Klimenko, Mihael Keehl y el portero Mykola Trusevich fueron también asesinados, esto en febrero de 1943; la noticia de estas muertes se dio hasta noviembre de ese año.