Suiza le pegó a España y le quitó una racha invicta de cuatro años en casa

La Roja de Luis Enrique careció de opciones claras jugando en La Romareda.

Akanji anotó el primer tanto de los suizos. (Reuters)

La España del gran talento, la que aspira a los éxitos internacionales, recibió una cachetada en casa gracias a una Suiza contundente, que apostó a la táctica fija y se lleva como recompensa tres puntos que lo ponen en la pelea del Grupo 2 de la UEFA Nations League.

Luis Enrique ha defendido su proyecto de equipo diciendo que busca convocar a los jugadores que tengan mejor ritmo en sus clubes, ya sea en LaLiga o en otras competencias europeas. Sin embargo, parece que esta fórmula no dio resultados en el duelo ante los suizos en La Romareda.

Y es que, a Suiza solo le bastó dos jugadas de táctica fija y un orden casi militar para frenar a la Furia Roja en su campo, donde no perdía desde hacía cuatro años.


Todo comenzó en el primer tiempo cuando Manuel Akanji abrió el marcador para los helvéticos con un remate de cabeza tras un tiro de esquina. Su virtud fue desmarcarse y ganar el salto a César Azpilicueta, que fue un espectador de cómo el balón picó en el césped y meció a las redes.

El empate 1-1 llegó gracias a una gran jugada de Marco Asensio (de los convocados que casi no juegan en sus clubes) que logró limpiar el camino de rivales y asistió para Jordi Alba (otro con poca actividad), que entró al área y con un disparo potente definió arriba del arquero.


Sin embargo, la reacción visitante volvió a ser desde un tiro de esquina a los 57 minutos, cuando Akanji volvió a ganar el balón, pero esta vez solo peinó para desviarlo al centro del área chica, donde un mar de piernas intentó pegarle al esférico, aunque fue la del defensa Eric García la que por accidente metió el balón a la portería para el 2-1.

Así se quedó la victoria de Suiza que ha puesto el Grupo 2 en fuego, pues con seis unidades está cerca de alcanzar en puntos a España que tiene 8. Mientras que Portugal llegó a 10 con su goleada ante República Checa.

La última emoción fue cortesía de Carlos Soler, que aprovechó un desborde Borja Iglesias para poner un disparo cruzado, pero el arquero enfrió el grito de gol y así se consumó la derrota de España.


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