Los aficionados que se fueron del Azteca al 85', antes del milagro de Aquivaldo y Moisés

Reviviendo la Final que América le gana a Cruz Azul en 2013, hay un grupo de fanáticos azulcremas que se perdieron los minutos más dramáticos de su club.

La gente se fue del Azteca antes del milagro de Aquivado y Moisés (FOTO: Mexsport)

Las historias al rededor de la Final del Clausura 2013 que América le gana a Cruz Azul, la noche del milagro de Moisés Muñoz, se cuentan al por mayor, pero hay una en específico de unos aficionados azulcremas, que por increíble que parezca, se perdieron los minutos más dramáticos en la historia de su equipo.

Su nombre es Erick, que acompañado por su padre Don Luis y su amigo Rodrigo, salieron decepcionados del Estadio Azteca al minuto 85 de partido, esa noche del 26 de mayo, con la idea de que Cruz Azul les había ganado el título en su cancha, sin embargo, al oír estallar a la afición, mientras caminaban por la explanada en Santa Úrsula, quisieron volver pero la policía se los impidió.

"No se veía por donde (anotar), vi a mí papá y mí amigo llorando y les dije 'vámonos, se acabó' y caminamos rumbo a la rampa", contó Erick para Mediotiempo.

Cuando cruzaron las rejas del Azteca se dieron cuenta que no eran los únicos decepcionados, otros aficionados también dejaban el inmueble.

"Éramos, no sé, unas 50, 100 personas las que ya íbamos para afuera, cuando escuchamos el grito del primer gol, todos corrimos de vuelta a las puertas que acabamos de cruzar, pero todos los que estaban afuera también se quisieron 'colar', entonces la policía cerró la entrada, se armaron los golpes, los empujones y algunos sí pasaron de regreso, pero otros ya no pudimos".

EL MILAGRO DESDE LOS PUESTOS

Al ya no poder regresar a las gradas, Erick y sus acompañantes se acercaron a un puesto donde se cuidan mochilas afuera del estadio y desde una televisión pequeña, vieron como Moisés Muñoz escribía su nombre en la historia del Club América.

"Nos acercamos con la señora y le pedimos que nos dejara ver el juego, pero el caos era tal, que todos los puestos ya estaban llenos viendo el juego. Cuando cayó el gol, la fiesta fue impresionante en la explanada, ya no pudimos regresar al estadio pero esta historia se la cuento ahora a mis hijos y la disfrutan tanto como yo".

DE LA EXPLANADA AL ÁNGEL

Los tiempos extra se vivieron desde el mismo puesto y los nervios de los penales fueron un martirio para todos los presentes afuera del estadio.

"Fue algo que no te podría explicar. Primero mucho nervio y después alegría total. Nos abrazábamos con gente que no conocíamos y después de ganar el título nos fuimos en caravana como 8-10 carros al Ángel de la Independencia".


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