Llegó Ares de Parga y los Pumas finalistas de Sancho iniciaron la debacle

Cuando la quema del descenso estaba alcanzando a Pumas, el teléfono de Antonio Sancho sonó. Le llamaba el presidente del club, Jorge Borja, para pedirle ayuda al ex capitán auriazul, quien aceptó el reto y como Director Deportivo logró transformar la pesadilla en un sueño, pero éste se derrumbó con llegada de Rodrigo Ares de Parga en 2016.

Pero en ese momento Sancho pertenecía a Tigres, por lo que habló con el Tuca Ferretti y su auxiliar, Miguel Mejía Barón, también de cuna puma.

“Estábamos en la fecha 8 y me dijeron ‘sabemos que es tu alma mater’, ve a tomar el puesto en Pumas, entonces le dije al ingeniero (Borja) que sí, siempre y cuando yo pudiera llevar al entrenador que yo quería, que era Memo Vázquez”, recordó Sancho a Mediotiempo.

Pumas no sólo se olvidó de su problema en la porcentual, también clasificó a Liguilla en los cuatro torneos con Sancho y Memo. En tres fueron eliminados en Cuartos de Final, pero en el Apertura 2015 tras ser superlíderes llegaron a la Final que dramáticamente fue para Tigres en penales, además de que consiguieron un quinto lugar en Copa Libertadores.

Tras esa Final, Sancho todavía tenía un año de contrato en Pumas, pero llegó a la presidencia Rodrigo Ares de Parga y ahí el exmediocampista se negó a continuar porque el plan era desarmar el proyecto que él había construido junto con Memo Vázquez.

“(Ares de Parga) tenía otras cosas en la cabeza, él quería vender jugadores, es cuando Sosa se viene para acá a Tigres, yo tenía otro proyecto y era válido, él era el Presidente y quería tomar otras decisiones, así que prefería hacerme a un lado”.

Tras renunciar a mediados del 2016, Sancho regresó a Tigres en febrero del 2017 para retomar su puesto de Gerente Deportivo que había ocupado del 2011 al 2014.

INICIA LA DEBACLE DE PUMAS

Con el adiós de Borja, Sancho y Memo Vázquez, Pumas comenzó una debacle deportiva, aunque se hablaba de ventas millonarias, la primera de ellas muy criticada en el Draft 2016, pues siendo Ismael Sosa el goleador de la escuadra, Ares de Parga lo vendió a Tigres por 10 millones de dólares.

Sin embargo, en tres años y medio tuvo a siete entrenadores: Francisco Palencia, Sergio Egea, David Patiño, Bruno Marioni y Miguel González, si bien fichó a Nico Castillo, Carlos González y Nico Freire.

“La casa siempre va a estar en venta, si llega alguien y ofrece mucho dinero por nuestra casa, la vendemos y nos compramos otra”, fue una de las frases que marcaron la gestión de Ares de Parga, que dejó a Pumas muy lejos de ser el equipo fuerte de aquella final contra Tigres.

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