Entre adeudos y corrupción, así han sido las desafiliaciones de la Liga
Veracruz volvió a ser desafiliado como ya ocurrió en 2011.
Adeudos, investigaciones por corrupción y muchos dolores de cabeza han sido parte de la historia de desafiliaciones en las diversas Divisiones de la Liga. Tras concretarse la desafiliación de los Tiburones Rojos de Fidel Kuri, el conjunto escualo quedó fuera por segunda vez en menos de 10 años.
El caso de Querétaro e Irapuato en 2004
Después del Clausura 2004, la Federación Mexicana de Futbol compró a los Gallos de Querétaro y al Irapuato para luego desaparecer dichas franquicias.
La decisión de la Liga se dio después de que se reveló una investigación de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) que investigaba ambos clubes por presunto lavado de dinero.
“No fue una decisión propia”, reconoció en junio de 2004 el entonces propietario de los Freseros, Kléber Mayer. El Apertura 2004 se jugó con 18 equipos en vez de 20 como se tenía planeado.
El caso de Querétaro y Delfines en 2014
Apegados al reglamento de Afiliación en el que se estipula que si un integrante de la Liga comete un acto delictivo quedaría desafiliado, esta situación se le aplicó a los Gallos y los Delfines de Amado Yáñez, en la Liga MX y en el Ascenso MX, respectivamente.
El empresario estuvo bajo investigación por su empresa Oceanografía, que supuestamente adquirió contratos con Pemex y prestaba servicios por un costo mayor al estipulado por el reglamento de la paraestatal en lo que fue un supuesto fraude millonario.
Veracruz, Colibríes, Jaguares, otras desafiliaciones
Como si la historia de Veracruz fuera cíclica, en 2011 tras realizarse la Asamblea General Ordinaria de la Liga se decidió desafiliar al club Jarocho por los adeudos que tenía el entonces empresario Mohamed Morales.
Estas historias son más común de lo que parece en la Liga MX pues cabe recordar el caso de los Colibríes de Xochitepec que llegaron en el Clausura 2003 y solo participaron seis meses envueltos en problemas de deudas con los jugadores y la infraestructura del club.
Un caso semejante al de los escualos fue el de Chiapas en 2017 que fue desafiliado después de concretar su descenso deportivo ante las deudas que presentaba la familia López Chargoy con el cuerpo técnico y los jugadores.
Los extintos Indios de Ciudad Juárez fueron retirados de la Familia del Futbol Mexicano tras una historia en la que jugaron dos años en Primera División pero tras su descenso deportivo, el club solo pudo mantenerse un año en el ascenso, tiempo en el que no pudo pagar sus deudas y la Liga les revocó el certificado de afiliación.
El antecedente más antiguo de una desafiliación fue el del Marte en 1956 por alinear jugadores "cachirules". Otros casos en los últimos años fueron los de los Gavilanes de Nuevo Laredo en 2003, los Mapaches de Nueva Italia en 2008, que también fueron investigados por la entonces Agencia Federal de Investigación.
Guerreros de Hermosillo, Atlético Lagunero, Club Deportivo Cinco Estrellas y Cuatetes de Acapulco vivieron el mismo destino.
Así es como la Liga ha tenido que desafiliar a clubes que por adeudos, la mayoría de las veces, deben perder su certificado por no poder sostener el negocio del futbol.