Liga MX

No fue camillero, tampoco portero, pero será titular de Atlas ante Chivas

Jorge Segura recordó que hubo un momento en el que su madre ya no podía costear su carrera, aunque supo mantenerse y hoy disfruta su esfuerzo. De más joven fue portero y de no ser futbolista soñaba con ser camillero o policía.

Jorge Segura, la Araña Negra que la vio complicada para ser futbolista
Guadalajara

De historias desconocidas está hecho el futbol y la del rojinegro Jorge Segura es una de ellas. El colombiano, que será titular con Atlas ante Chivas este sábado en el Clásico Tapatío, hoy recordó las dificultades de la niñez y las contrasta con lo que disfruta hoy en la Liga MX.

Nacido en Zarzal, Colombia, Jorge dejó su casa a los 15 años para comenzar a probarse en diferentes equipos. El defensa aceptó que lloraba por extrañar a su madre, una contadora que dejó sangre y sudor por sacar adelante a sus dos hijos.

“Estoy muy agradecido de lo duro que se vivió; ahora estoy acá contento de poder compartir momentos del futbol cuando empezaba pensaba que iba a ser imposible”, recordó a Mediotiempo.

“La parte económica era difícil porque mi mamá después de lograr algo profesional, como haberse graduado como contadora, era muy duro poder alimentarme a mí y tener la otra estabilidad en la casa”.


El zaguero ocupará el lugar del suspendido Martín Nervo en un paso más de su consolidación con los Rojinegros, esta vez favoritos para el Clásico en Guadalajara porque ocupan la sexta posición, mientras que Chivas es dueño del lugar 15.

Segura recordó que apenas en 2012 estuvo a punto de claudicar porque su madre ya no podía cubrir los costos que le generaban sus los inicios de la carrera de futbolista.

“Me acuerdo tanto que mi mamá me dijo ‘no hijo, no puedo más, creo que es mejor tenerte en mi casa que tenerte por fuera’. Cuando le comento a los profes, ellos me hacen un llamado de atención fuerte de que has luchado tanto, ‘aguanta un poco más’”, recordó.

“Y es cuando uno no confía y dice ‘será o no será’, si espero y de pronto no. Estoy agradecido con Dios que esperé, lo intenté, aguanté todo tipo de críticas, humillaciones”.


Fue hasta el 2015 cuando Segura pudo debutar en el Envigado y dos años después fue comprado por el Watford para ir cedido al Valladolid B, para comenzar el ascenso en su carrera. Así pudo regalarle a su madre varias cosas, como pagos de deudas, remodelación de casa, muebles y hasta un refrigerador.

“Cuando uno ve a su mamá decirte ‘gracias, hijo; gracias porque tenía un peso encima y tú, con tu esfuerzo, ahora estoy feliz; ahora puedo ser feliz en la vida…’, ahí es cuando te paras y dices "wow, has conseguido algo importante como hijo y faltan muchísimas cosas más", añadió.

Antes de enrolarse en el mundo del futbol, el ahora zaguero atlista reconoció que soñaba con ser camillero o hasta policía. También en la cancha tuvo varias facetas, ya que fue portero, lateral y hasta delantero antes de llegar a la zaga central.

“Antes era arquero, me llamaban la Araña Negra, de hecho tengo un trofeo allá y me iba bien porque era más alto, tenía mucho más talla que los demás, me iba bien; bajo los 3 palos me sentía seguro pero sentí que algo me faltaba, como que estar tan solo no era para mí y le dije al técnico, ‘no Profe, esto no es para mí, sáqueme de la portería”, mencionó.


Sobre el autor
Juan Manuel Figueroa

Reportero. En MT desde 2017. Egresado y titulado por la Universidad Del Valle de Atemajac

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