El 'baratísimo' negocio de Rayados que le 'sanó' una deuda a Chivas

A lo largo de la historia se han ido sumando varios nombres a una larga lista jugadores que han militado tanto en Chivas como en Rayados, figuras del club regio que pasaron en algún momento al Rebaño y viceversa, pero dentro de esos movimientos que se han dado, existe una transacción increíble que consiguió el Monterrey.

Y es que en el 2000, la directiva de Rayados encabezada en ese entonces por Gilberto Lozano, se hizo de tres grandes futbolistas por un costo muy bajo; pidió de regreso a Jesús Arellano, a Paulo César Chávez, ambos elementos de Selección Mexicana y no se quedó ahí, también exigió a Héctor ‘El Pirata’ Castro, todos en paquete y pagaría por ellos sólo 800,000 dólares.

¿Chivas lo aceptó?

Lozano pidió a esos tres jugadores y sólo pagó esa cantidad, pero el dinero ni siquiera fue para Chivas; la directiva del Rebaño que en ese entonces tenía al frente a Salvador Martínez, creyó en todo momento que la Pandilla estaba pagando 7 millones de dólares por estos tres futbolistas, pero la realidad era muy diferente.

“Quería de regreso al Cabrito Arellano y me lo traje de vuelta a Rayados, pero fue en paquete, compré a Cabrito, al Pirata Castro y al Tilón Chávez en 800 mil dólares. Me entero que Chivas le debía 7 millones de dólares a Promex, Banca Promex era un banco que compró Bancomer”.

“Resulta que me llega información que Bancomer al comprar a Promex, hace sus evaluaciones y valúa en cero la deuda que había de Chivas, ya no le iban a cobrar nada a las Chivas, pero Salvador Martínez seguía en el buró; me acerco a Bancomer a proponerles que si les daba 800 mil dólares sacaban del buró de crédito a Salvador Martínez de las Chivas… entonces voy con Salvador Martínez y le digo, ‘yo te saco del buró de crédito, debes 7 millones de dólares’ y me dice ‘¿sí, a cambio de qué?’ y le dije ‘quiero al Pirata Castro, Tilón Chávez y al Cabrito Arellano’, que eran jugadores de selección, le dije ‘¿los cubre los 7 millones?’ Y dijo que sí”.

Salvador Martínez aceptó, pero le pidió tiempo a Lozano para desprenderse de todos estos elementos; sin embargo, el directivo regio le exigió que ya le soltara a Arellano y a los otros dos lo más pronto posible, por lo que en enero del 2000 regresó el hijo pródigo a Rayados, y Tilón y Pirata se convirtieron en albiazules hasta terminar el Verano de ese mismo año.

“Fui con Bancomer, les dije sáquenlo, aquí están los 800,000 dólares; me hicieron una estatua en Bancomer, porque era un dinero que ya no iban a recibir, lo veían perdido; sacan de buró de crédito a Salvador Martínez y nosotros teníamos a tres figuras por sólo 800,000 dólares, quedé bien con todos”.

Arellano sanó deudas de Rayados

Cabrito se había tenido que ir en 1998 porque el Monterrey necesitaba vender jugadores para sobrevivir, por lo que fue a Chivas por 2.5 millones de dólares; en el 2000 volvió a Rayados y en la prensa se manejó que había sido por 3 millones, pero la realidad fue la contada por Lozano, lo cual hizo que el Rebaño se olvidara de esa deuda que ya era ‘fantasma’.