Socios de Cruz Azul eligen presidentes de consejos para desconocer a disidentes
Se reportó la presencia de poco más de 500 socios que realizaron su Asamblea General afuera de las oficinas de la Cooperativa en Gran Sur.
Mientras Cruz Azul entrenó esta mañana en el Estadio Azteca, a 2.5 kilómetros de distancia, y Guillermo Álvarez es prófugo de la justicia, los socios de la Cooperativa La Cruz Azul llevaron a cabo su Asamblea General en la que eligieron a los nuevos presidentes de los consejos de administración y vigilancia, quienes tendrán ahora todo el poder de gobernabilidad en la sociedad. Es así, que se constata el hecho de que los cooperativistas se deslindan de Billy y de los llamados disidentes Antonio Marín y Víctor Manuel Velázquez.
Alrededor de 300 personas (los socios reportaron la presencia de poco más de 500) se dieron cita afuera de las oficinas del corporativo de La Cruz Azul para realizar la Asamblea en la que se designaron nuevos nombres a varios puestos, entre ellos, los Consejos de Administración y Vigilancia con Federico Sarabia y Alberto López Morales como los elegidos, quienes toman el poder en ausencia del director general, Guillermo Álvarez. Ante la negativa de ingreso a las oficinas por parte de los disidentes, el grupo llevó su votación sobre la calle, con la mirada vigilante del grupo representado por José Antonio Marín y Víctor Manuel Velázquez.
UNA BARDA DE ACERO Y ELECTRICIDAD
El edificio corporativo de La Cruz Azul se eleva frente a la plaza comercial de Gran Sur. Ahí, dos frentes estaban divididos por una barda de acero y un alambrado de púas electrificado. De un lado, dentro de las oficinas, los disidentes. Ese grupo de apoyo a Marín y Velázquez, autoproclamados como presidentes de los consejos y con una orden judicial y una supuesta carta de reconocimiento firmada por Billy Álvarez.
Desde las 8:30 de la mañana, los disidentes colocaron bocinas en la que se escuchó la voz de una mujer haciendo un llamado de no realizar la Asamblea por haber sido cancelada por el juez 60 de lo civil en la Ciudad de México, ademas de que en la delegación Coyoacán están prohibidas las aglomeraciones por la pandemia de covid-19. El volumen cada vez era elevado, en medio del proceso de la votación, se cambió el mensaje por canciones de cumbia, sones oaxaqueños y en un momento se llegó a escuchar rebuznos.
Fue en punto de las 9 de la mañana que comenzó la Asamblea en presencia del notario 47 de la Ciudad de México, en el otro lado de la barda, el de los socios y en medio de la calle, con caretas, cubrebocas y muchos con la convocatoria de la asamblea impresa en mano, en la que escribían cada una de las decisiones tomadas. No hubo confrontación, pues solamente una vez solicitaron el ingreso y al no tener respuestas continuaron con su evento mientras drones sobre volaban en la zona.
Esta Asamblea no contempló la elección de un director general, pues cabe recordar que la Junta de Gobierno determinó que podrían ser gobernados a través de los consejos sin una figura única como la que representó por décadas Álvarez. Una ves finalizada la reunión y votación, los socios se retiraron en calma, bajo la mirada de cuidado de los disidentes que tenían en sus empleados de seguridad privada la encomienda de vigilar cada una de las acciones de los cooperativistas.