¡Amor celeste! Cerca de mil personas dieron serenata a Cruz Azul

Cientos de seguidores de la Máquina se reunieron en el hotel de concentración para brindar su aliento.

El hotel de Cruz Azul se llenó de aficionados. (Foto: Abigail Parra)

Ni una pandemia, ni la lluvia, ni la una propiedad privada pudieron detener a una fiel e ilusionada afición de Cruz Azul que logró estar a metros de distancia de sus ídolos en un último gesto de cariño  previo a la Final de Vuelta

Solo faltaron los mariachis para que fuera una serenata típica de enamorados, pero en esta ocasión, la afición cementera tiene otra manera de demostrar su fidelidad y lealtad a un equipo que les puede traer esa ansiada novena estrella.

Cerca de mil personas se dieron cita en el hotel Royal, al sur de la Ciudad de México, para darle el último suspiro a sus jugadores y prepararlos así para la batalla que mañana domingo tendrán en el Estadio Azteca ante Santos.


La serenata pasó a ser una gran fiesta: algarabía, fuegos artificiales, niños de todas las edades, jóvenes, adultos e incluso personas discapacitadas acudieron al llamado. Nada importó. La lluvia amenazó por unos minutos pero no fue ningún obstáculo. Esta afición ha pasado pruebas más duras.

Banderas de todas las épocas, mantas típicas que hemos visto desde el Estadio Azul hasta el Azteca; también unas nuevas en las que se ilustra esa novela novena estrella.

Ni la Final del Apertura 2018 motivó tanto a estos fanáticos que saben que la ventaja en la Ida del 1-0 no es la definición de la serie, sin embargo hay aún más ilusión que en aquel año. Es por ello que para la Vuelta de la Gran Final se ven ya presumiéndoles a sus críticos que la lealtad por fin tuvo su recompensa.

ESPECTÁCULO DE LUCES

Con una buena inversión, la porra de Cruz Azul adquirió varias bombas de fuegos artificiales que fungieron como aviso de la salida de los jugadores en la recepción del hotel. La corta función hizo recordar aquellas fiestas de pueblo en la que se queman los famosos castillos. Esta noche también sucedió.


Así fue el aviso de la afición, la que estaba en primera fila para dar por enterada a toda aquella que se encontraba hasta en las laterales de Periférico con dirección hacia Xochimilco, para noticiar que todo el plantel se encontraba allá afuera, brincando, cantando y ondeando las pequeñas banderas que le fueron proporcionadas.

TOMA DE PERIFÉRICO

El pequeño espacio que delimita la propiedad privada del hotel, que curiosamente tiene una relación económica con la cementera de Cruz Azul, fue insuficiente para albergar a toda una ilusión; es por ello que la lateral de Periférico se convirtió en un pequeño estacionamiento. Las centrales con dirección a Xochimilco sufrieron de un intenso tráfico debido a que varios automóviles se detuvieron para acompañar los cánticos y hasta el transporte público tuvo que tomar esa opción para descender y abordar a sus pasajeros.


LA IMPRUDENCIA

El alcohol y la marihuana no puedo faltar entre los cientos de aficionados de La Máquina. Hubo mucho orden pese a que no había elementos de seguridad, salvo los integrantes de la Sangre Azul, quienes se encargaron de organizar toda la serenata.

En medio de los cánticos, dos aficionados comenzaron a trepar una de las astas banderas que se encuentran en una glorieta para dar facilidad a la llegada y la salida de los automóviles en el Royal, por fortuna no ocurrió ningún incidente.


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