Diogo de Oliveira, el fichaje de Pumas que fue parrillero en McDonald's

De las parrillas de un McDonald's a portar la misma camiseta que Cabinho y Hugo Sánchez como delanteros. Esa es la increíble historia de Diogo de Oliveira Barbosa, el fichaje de último minuto de los Pumas para el Apertura 2021 cuando ya pasaron nueve jornadas, pero su paupérrima producción ofensiva los obligó a buscar soluciones, aunque fuesen tardías.

Con solamente seis goles en nueve fechas, el equipo de la UNAM urge de alguien con instinto goleador y eso es lo que buscan en De Oliveira, quien procede del Club Plaza Fortuna de Uruguay, donde metió seis goles en 14 partidos el semestre pasado, además de ser artífice en el impensado título de campeones del Apertura 2021.

"Me gusta ayudar en la marca, tengo un buen juego aéreo, soy rápido y tengo habilidad también. Soy alto, pero tengo habilidad", así se describió el jugador en una charla reciente con la edición chilena de AS, pues su nombre sonó fuerte para llegar a Colo Colo hace unas semanas.

Diogo dejó el futbol para trabajar en McDonald's

Lo maravilloso de Diogo va más allá de las canchas, ya que hasta hace no mucho este profesional de 24 años tuvo que dejar el futbol por falta de oportunidades y trabajó haciendo hamburguesas en McDonald's para obtener dinero, ya que nunca pudo llegar a Brasileirao, la categoría más grande de su país.

"Trabajé en el McDonald's, estaba sin club y estudiaba, pero fue muy difícil, por eso trabajaba haciendo los sándwiches. Es más fácil hacer goles que hamburguesas, estuve cinco meses ahí y después conseguí club. ¿Si volvería al McDonald's? Nunca más (ríe)", dijo en la citada entrevista.

"Estuve cinco meses sin cobrar en algunos clubes. ¿Cómo me mantenía? Mi madre y mi padre me mandaban dinero para seguir cuando ya no tenía nada, hoy gracias a Dios estamos mucho mejor", agregó.

Prometí a mi hermano no abandonar el futbol: Diogo

Hombre de familia que tuvo que alejarse de ella para irse solo a Uruguay, donde le surgió la oportunidad con el Plaza Fortuna que le cambió la vida, el delantero brasileño afirma que si no tiró la toalla cuando era parrillero fue por una promesa a su hermano Rodolfo.

"Yo pensé en dejar de jugar porque no tenía oportunidades en Brasil, pero persistí por mi hermano, es mi ídolo. Él me ayudó mucho y me motivó a seguir, gracias a Dios apareció lo del Plaza. Mi hermano es todo para mí, me decía que tenía futuro y me decía que no lo dejara, le prometí que me pintaría el pelo si salía campeón en Plaza y ya cumplí".

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