Empresario cuestionado por proyectos fallidos, detrás de estadio de Tigres
El anuncio del nuevo estadio de Tigres ha llamado la atención, pero detrás del proyecto está una empresa que ha quedado corta en cuanto a otros inmuebles.
En medio de la algarabía con la que fue anunciada la construcción del nuevo estadio de Tigres, un inmueble que presume ser uno de los más modernos que habrá en México, las sombras de las dudas se acrecientan, esto debido a que detrás del proyecto se encuentra la empresa Juego de Pelota Inc., propiedad del empresario César Esparza, cuyos proyectos han sido sumamente cuestionados, como el del estadio de Verona, en Italia, el cual nunca se realizó.
Seis firmas aparecen en el documento que avala la construcción del nuevo estadio de Tigres presentado este jueves en la cancha del Volcán. Entre la del Gobernador, el Vicepresidente de Cemex y la del rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, aparece la de César Octavio Esparza Portillo, socio mayoritario de la empresa Juego de Pelota Inc., la misma con la que se comprometió el 31 de agosto del 2021 a construir un estadio en Yucatán con una inversión de 2 mil 400 millones de pesos, y que en Italia presentó hace dos años un proyecto similar, el cual quedó en el olvido y envuelto en críticas por su dudosa capacidad financiera y su nula trayectoria en el ramo de la edificación de estadios deportivos.
Y es que uno de los puntos cuestionables que aparecen en el horizonte de Juego de Pelota Inc. es que dicha empresa propiedad de Esparza no se dedica a construir, sino que solo levanta dinero entre inversionistas privados.
El origen de Juego de Pelota Inc.
El historial empresarial de Esparza Portillo, originario de Chihuahua y Licenciado en Contaduría y Finanzas por el Tecnológico de Monterrey, al menos hasta el 2021, estuvo alejado del sector de la construcción. En 1992, junto a sus hermanos, fue socio minoritario de Agrícola Esparza S.A. de C.V. una firma constituida por su padre Víctor Manuel Esparza Licón, destinada a la producción y transformación de productos agropecuarios.
En 1994, ya de manera individual, registró Grupo Diretec S.A. de C.V., una firma dedicada a la mercadotecnia y en 2007 dio de alta Amor de Padre S.A. de C.V., empresa que brinda servicios de composición y comercialización de obras musicales y literarias.
Fue hasta 2009 cuando intentó por primera vez entrar al sector de la construcción. Constituyó la compañía Íconos Sustentables S.A. de C.V. junto a los hermanos Jorge Luis, Pablo Alberto y Marco Antonio Canavati Hadjopulus. Con esta sociedad impulsó la construcción de un nuevo estadio en Nuevo León; sin embargo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), echó para abajo el proyecto, ya que se pretendía edificar sobre una parte del río Santa Catarina, el cual suele desbordarse en temporada de lluvias.
Desde entonces, y al menos en el Registro Público del Comercio en México, César Octavio no apareció como parte de otra compañía. Hasta que el 2 de febrero del 2020, en Mérida, constituyó Juego de Pelota Inc., una empresa que presume oficinas en el piso 20 de Wall Street número 14 en la ciudad de Nueva York, y que en 2018 fue dada de alta en Delaware, un paraíso fiscal que tiene más empresas registradas (1.3 millones), que personas en su padrón poblacional (980 mil habitantes).
Con esta sociedad, Esparza Portillo intentó por segunda ocasión construir un estadio. Y no fue en México, para su segunda prueba viajó hasta Italia, puntualmente a la ciudad de Verona, donde en 2018 inició los trámites y comenzó a gestar la Nueva Arena de Verona, la cual reemplazaría al Estadio Marcantonio Bentegodi, casa del Hellas Verona que fue inaugurado en 1963 y que acogió cuatro partidos de la Copa del Mundo 1990.
Casi cuatro años han pasado desde ese segundo intento. Lejos de concluirlo y en medio de críticas de políticos locales italianos que describen ese proyecto como “fantasma” y como una estrategia solo para elevar el valor de la propiedad en la zona donde se aparentó construir, César Octavio reapareció para formar parte de los dos proyectos más nuevos en México en cuanto a estadios deportivos se refiere.
El Estadio Sustentable de Yucatán, en el cual se invertirán 2 mil 400 millones de pesos de acuerdo a declaraciones en entrevista para Mediotiempo, y el nuevo estadio de Tigres, que tendrá una inyección cercana a los 8 mil millones de pesos, y que planea sea el inmueble deportivo más moderno en el territorio nacional, multiusos y con aforo para 65 mil aficionados.
No obstante, con dichos antecedentes, el proyecto del estadio de Tigres no queda muy claro, especialmente en el esquema de negocio, pues no hay certeza de cómo obtendrían los inversionistas el retorno de su aporte, ya que el naming corresponde a la UANL en un 75% y el 25% a Sinergia Deportiva, mientras que la venta de abonos corresponde a Tigres.