Liga MX

Erick Gutiérrez, el niño que jugó descalzo futbol para cumplir sus sueños

Trata de pasar tiempo con su familia y vivir grandes cosas, pues antes le tocó sufrirle para llegar a cumplir sus sueños.

Erick Gutiérrez, el niño que jugó descalzo futbol para cumplir sus sueños
Guti fue entrevistado por mediotiempo. (Especial)
Guti fue entrevistado por mediotiempo. (Especial)
Guadalajara, Jalisco

La vida le ha puesto varios obstáculos a Erick Gutiérrez y de a poco los ha ido sorteando. En la cancha no todo ha sido miel entre hojuelas y más cuando comenzaba a hacer sus primeras intervenciones en el futbol. Así, el Guti, en entrevista con mediotiempo, recordó cuando tenía que salir al terreno de juego descalzo o con los tachones rotos, todo por la precaria situación económica que había en casa.

El refuerzo de Chivas pasó su niñez jugando futbol en las canchas de la Colonia Centro, en Los Mochis, Sinaloa, deporte al que llegó tras la decisión de su madre, Mary Galaviz, quien no quería ver al Guti como boxeador, pues en un comienzo quiso seguir los pasos de su padre que practicó el deporte de los puños, pero el balón muy pronto marcó su destino y lo separó de su familia para probar suerte en Pachuca, con los Tuzos.


La vida le sonrió al Guti gracias a su compromiso y dedicación: llegó el profesionalismo, jugó Mundiales, Champions League y en la Eredivisie con el PSV, pero todo ello no lo hace perder el piso, por el contrario, hoy que regresa a la Liga MX con las Chivas, recuerda su niñez, y todo lo que se le viene a la mente lo disfruta cuando visita a la familia en Sinaloa.

“Pues yo puedo decir muchas cosas aquí y a los que me escuchan, ah qué mentira. Pero los que son de mi barrio, los que son muy cercanos a mí, saben que yo vengo de una familia muy humilde, sí llegué a jugar descalzo en la calle, sí llegué a jugar con tenis rotos, con zapatos rotos, hasta en fuerzas básicas les encintaba la punta para que aguantara. Al final es lindo recordar todo lo que pasaste, ahora prácticamente tienes todo eso que no tenías de pequeño".

Siguen en tu cabeza aquellos momentos que dices, no manches, ¿Cómo le hacía?

“Sí, esos momentos me llegan más cuando voy a mi barrio, ahí que estoy con mis amigos, que trato de vivir mi vida. Porque yo me fui a los 11 años de mi casa y trato de estar ahí en el negocio donde está mi hermana ahora, donde lavan carros, donde llegan todos mis amigos, y es lindo recordar lo que has logrado y por todo lo que pasaste”.


De aquel Guti que jugaba descalzo, al actual ¿Cómo va ese sueño con lo que estás viviendo ahora?

“Nosotros los futbolistas a veces vivimos en una burbuja, no nos damos cuenta de lo que logramos o el ejemplo que damos, la motivación que damos a los niños que vienen de abajo. A veces recuerdo que uno dice: 'vengo de la Colonia Centro'. Es bueno recordar un poco de todo lo que pasaste, todo lo que sufriste, desde qué edad te fuiste. A veces uno no se da cuenta de lo que ha logrado, y es bueno recordar un poco que esas cosas son bonitas e importantes. Voy por buen camino y he logrado cosas muy importantes”.

¿La casa de la familia del Guti es el centro de reunión cuando vas a Los Mochis?

“Sí, pasan muchos coches, llegan muchos amigos, es una esquina, es como una banquetita ahí y se llena mucho, y eso me hace sentir un poco persona también, el recordar y vivir esos momentos”.

¿Por qué el mismo entorno a veces los hace perder el piso?

“Sí, no es que no quiera uno, pero es la vida a veces del futbolista, el no poder salir a lugares por temas de privacidad o el que estás enfocado en el futbol. Vas a entrenar, te vas a tu casa, duermes, te levantas. Es como una rutina muy marcada, por más que quieras hacer cosas no se puede. No creo que sea yo el único, la mayoría de los jugadores cuando van ( a su lugar de origen) les gusta sentirse normal, hacer cosas normales en tu vida, ir a la tienda, echar gasolina, ir por comida, ir al súper, o sea todas esas cosas a mí en lo personal me gusta hacerlas, y pues vivir un poco la vida normal también, fuera la burbuja".


¿En algún momento practicaste boxeo?

“Sí, lo practiqué de pequeño por el tema de mi papá, porque mi papá sí llegó a competir, de hecho todavía entrena mi papá. Sí practiqué unos meses box, pero después salí porque mi mamá me sacó. Entrenaba box, pero era muy peleonero en la calle, me peleaba mucho, y al final (mi mamá) me metió al futbol, vio que era más sano por ahí y ahí me quedé”.

¿Tu boxeador favorito?

Julio César Chávez. De toda la vida. Ahora hay otro tipo de boxeadores, pero creo que te identificas con él por cómo peleaba y todo eso”.

El número 15 lo tuviste en el PSV y ahora en Chivas, ¿Tiene un significado para ti?

“Sí, ha sido importante ese número a lo largo de mi carrera en Pachuca, en PSV, ahora acá. En selección no he podido por tema de jerarquías, hay que respetar. Lo tenía Héctor (Moreno) y ahora que podía tenerlo no me convocaron. Pero hay que esperar. Y sí, cuando no puedo tener el 15, normalmente es el número 5. Es como de buena suerte, no solo porque fui al mundial de Rusia con el 5, he tenido el 25 en el PSV cuando llegué, y ha sido como de buena suerte y ha estado en momentos importantes el número 5, pero normalmente soy el 15".


¿Eres cabalero o no?

En ese tema del número, por así decirlo, sí, me gusta tener el 15 o un 5. Pero en el tema por fuera, confío mucho en el trabajo, no tengo cábalas. Trabajo y en cancha a lo que sea”.

Sobre el autor
Juan Manuel Figueroa

Reportero. En MT desde 2017. Egresado y titulado por la Universidad Del Valle de Atemajac

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