Falla sistema de taquilla en el Estadio Azteca y afición recurre a reventa
Cientos de aficionados seguían formados en la explanada principal del inmueble para comprar boletos pese a que ya había comenzado el juego.
La expectativa que generó el juego entre Cruz Azul y Tigres esta noche rebasó el sistema de boletaje en el Estadio Azteca. Si bien no se auguraba un lleno, la afición celeste confió en el buen paso de su equipo y se dieron cita esta noche en el Coloso de Santa Úrsula, pero se toparon con una larga fila en las taquillas en donde algunos llevaban una hora formados.
La fila le dio dos vueltas a la escultura del sol que posa frente al Estadio Azteca. El sistema en taquillas era lento, se caía con cada compra. Los elementos de seguridad optaron por cerrar las rejas y permitir el paso en grupos de cinco, pero ello fue insuficiente, pues con el partido ya empezado aún la fila era demasiado larga.
Y fue ahí donde la desesperación de muchos aficionados celestes los hizo buscar otras opciones. Algunos buscaron a los revendedores: “pagaremos 100 pesos más, pero entramos temprano al juego”; fue el argumento de la mayoría para abandonar su lugar y buscar la oferta, eso sí, que les garantizara ingresar y no ser descubiertos con entradas falsas.
Mientras, los que estaban cerca de comprar sus boletos comenzaron con chiflidos y abucheos cuando se enteraron, a través de sus celulares, que el cotejo ya había comenzado. Afortunadamente no pasó a mayores y la policía pudo controlar el ambiente.