Fernando Beltrán, dejó la CDMX y su familia se mudó con él a Guadalajara

La joya del Rebaño nació en la Ciudad de México pero se formó desde pequeño en el Guadalajara, donde superó los momentos de dudas gracias a que su familia lo alcanzó en la Perla Tapatía con todo y negocio.

Desde pequeño, Fernando Beltrán tenía un sueño: ser jugador de futbol. El volante peleó mucho para mantener esa idea y ya en Chivas estuvo a punto de dar un paso al costado por extrañar a su familia, la que prácticamente le salvó la carrera.

Nacido en la Ciudad de México, el apodado Nene dejó la capital del país en el 2014 para llegar a las Fuerzas Básicas del Guadalajara, donde estuvo peleando un lugar. Pero unos años después, la inactividad y la lejanía de casa le llenaron de dudas al grado de contemplar volver. Sin embargo, sus padres decidieron mudarse con él a la Perla Tapatía para que tiempo después naciera el negocio familiar: Tlacoyos Beltrán.

“Ellos se vinieron porque me apoyaron, yo en un momento dije que ya no quería estar acá, me sentía solo, no estaba siendo el mismo yo aquí y se vinieron para apoyar y estar conmigo; después esta idea (del negocio) ya la tenía mi mamá cuando llegó aquí, tenía muchas ganas y sueños de poner su propio local, se nos dio y ellos son los que disfrutan más”, relató Beltrán a Mediotiempo.


En una de las sillas del negocio familiar que está ubicado en Zapopan, Jalisco, el volante de Chivas aceptó que vivió momentos muy complicados mientras jugaba para la filial en Tercera División, por lo que una llamada le cambió la vida.

Primero llegó su madre, después su hermano y al último su papá. Hoy la vida les sonríe con ya más de 6 meses con el negocio, y él ya con un par de años en Primera División pese a sus 21 años de edad, lo que muy probablemente le llevará a jugar el Preolímpico hacia Tokio 2020.

“No estaba jugando, estaba en Tercera División, estaba en la banca, me estaba orillando a regresarme, yo en una llamada les dije que ya me quería regresar, que extrañaba mucho, que no podía estar un día más sin verlos y de inmediato me sorprendieron porque me dijeron que tenían un Plan B para mí, que era venirse conmigo y eso me mató, me motivó y me dieron esas ganas otra vez de pelear por mis sueños”, recordó.

‘NO PODÍA RENDIRME A TAN CORTA EDAD’

Tlacoyos, pambazos, quesadillas, gorditas y tostadas son parte del menú de la familia Beltrán, que este torneo ha visto al mediocampista como titular en los dos juegos de Chivas.

“Ellos me dijeron que no podía rendirme a tan corta edad por mis sueños, que no podía dejar de seguir luchando a pesar de que hubiera días malos, me dijeron que no me tenía que dar por vencido”, comentó.

Beltrán nació futbolísticamente en el Atlante y fue en el 2014 cuando dio el paso a Chivas, cuadro con el que debutó en Primera División en el 2017 bajo las órdenes de Matías Almeyda.


Hoy es fundamental en el esquema de Luis Fernando Tena haciendo pareja con el capitán Jesús Molina, y aunque tiene menos edad que varios de sus compañeros ve este Clausura 2020 como su consolidación.

“Me ha costado muchísimo tener seguidilla de partidos, el ser constante, tener partidos de titular. Ahora que el Profe me está dando la oportunidad es lo que tanto he venido buscando y peleando, ahora que empezó el torneo estoy muy motivado, con muchas ganas de sobresalir, de empezar a consolidarme en Primera División y después vendrán las cosas solas”.


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