Fractura de peroné y ligamentos rotos: el viacrucis y retorno del puma Carlos Gutiérrez

Carlos Gutiérrez pasó de ser la promesa titular en Pumas a vivir un año de pesadilla por una fractura de peroné que lo marginó de las canchas en julio de 2021, situación que se complicó a tal grado que ha tenido que esperar casi un año para volver a entrenar al parejo con sus compañeros y alistarse para el Torneo Apertura.

El mediocampista de los universitarios se ganó entre el Guard1anes 2020 y el Clausura 2021 la confianza para ser considerado titular por la banda derecha, pero antes de iniciar el Apertura 2021 sufrió una de esas lesiones que apaga las ilusiones de cualquier deportista.

“Fue una fractura de peroné y todos los ligamentos del tobillo. Suena más fuerte lo de la fractura, pero no fue lo más complicado, sino lo de los ligamentos. En el peroné me pusieron una placa con tornillos y los ligamentos me los cosieron; hubo un ligamento que no pegó y por eso me tuvieron que volver a operar”, cuenta Gutiérrez –como un recuerdo doloroso- a mediotiempo.

Iban a ser cuatro meses de recuperación, con todo y rehabilitación, pero por la lesión de ligamento el periodo se extendió a ocho; en ese tiempo fue sometido a dos operaciones y muchas semanas de ejercicios con los kinesiólogos.

“Era mucha frustración; desde el momento que me rompí fue mucha frustración. Después, conforme va pasando y te vas viendo más cerca, te vas ilusionando, pero a mí me seguía doliendo mucho el pie. Se vio que no había pegado el ligamento y fue doble desilusión, porque lo veías tan cerca y otra vez de regreso, otra vez operación; fueron momentos muy duros, porque pasaron muchas cosas por mi cabeza, que sin la ayuda de mis amigos, de mi familia, de mi novia, no lo hubiera superado”.

El respaldo de Andrés Lillini 

Durante el primer semestre, el técnico Lillini respaldó al jugador y no hubo refuerzos por la banda derecha, donde Carlos Gutiérrez se estaba desempeñando. El técnico fue el primero en saber de la segunda operación y quien lo reconfortó.

“Andrés, para mí, antes de la lesión, siempre ha sido como un papá futbolísticamente y por lo de la lesión tengo que agradecerle bastante, porque siempre estuvo muy cerca de mí. Fue a él al primero que le dije y pues lloré con él; me dio fuerzas para motivarme, así que ahora le tengo que responder en la cancha para que se vea que lo respaldo”, explicó Gutiérrez desde la pretemporada en Acapulco.

Gutiérrez ha entrenado al parejo de sus compañeros y ya tuvo actividad en el partido amistoso contra Pumas Tabasco (triunfo de 3-2); al igual que otros canteranos, como Ricardo Galindo, Pablo Bennevendo, Jesús Rivas, Carlos buscará ganarse los minutos para estar a la altura de Pumas.

“Sabemos que si hacemos torneos muy buenos, a todos nos van a ver; yo ya lo estaba logrando. Ahora es retomar lo que venía haciendo, porque pienso en grande y quiero llegar a Selección”.