Octagón, el luchador que jugó en el Azteca y pudo ser profesional con América
El ídolo del ring estuvo muy cerca de ser profesional con las Águilas, pero finalmente su destino cambió.
Juan Escalera, mejor conocido como Octagón, se convirtió en un ídolo del ring, pero su historia tiene un pasado azulcrema. Tras ser cinta negra en Karate, a inicios de los 80 se inclinó por la Lucha Libre, siendo uno de los atletas más reconocidos de esta disciplina y del CMLL; sin embargo, ese no fue su primer sueño en la vida.
A los 17 años, el objetivo de Escalera estaba en el América, quería ser jugador de futbol profesional y estuvo muy cerca de lograrlo; incluso, jugó partidos de prueba en el Estadio Azteca ante los ojos de José Antonio Roca, Enrique Borja, Carlos Reynoso y Cristóbal Ortega.
“Mi tío, Domingo Rodríguez, era secretario particular del Lic. Octavio Sentíes (Regente del DF, 1971-1976), él fue quien me trajo”, contó Octagón en una entrevista para un medio nacional, según menciona LosPleyers.com
Y fue así que en 1977, el luchador en su juventud viajó de su natal Veracruz a la Ciudad de México para esos encuentros de prueba en el Coloso de Santa Úrsula, donde Roca sería el encargado de las visorías.
“El simple hecho de estar en el estadio, con el equipo de mis amores y con el señor Antonio Roca, que fue el que me dio la oportunidad, fue lo máximo. Para mí fue mágico. No creo que haya una persona que disfrute un partido como yo lo hice en ese momento”, mencionó Octagón.
Eran mil 500 participantes, de los cuales muchos provenían de Puebla. De todos ellos, sólo cinco pasaron las pruebas y entre ellos Escalera, por lo que comenzó a entrenar con las fuerzas básicas.
Sin embargo, él aún estaba estudiando leyes, por lo que Roca le habló claro: "regresa cuando termines tu carrera de leyes, porque el futbol es un camino corto y para huevones”.
“Cuando regresé a las canchas del América, ¡no hombre!, los chavos desaparecían el balón. Sabía que ya no tenía cualidades para competir con los jugadores de su categoría”, confesó.
Fue así que su destino dio un giro, conoció a Raúl Reyes que se convirtió en su entrenador de lucha libre, donde comenzó a escribir ese gran legado que hoy tiene.
Actualmente, se mantiene fiel a los colores del América e incluso, en 2018 fue de visita a Coapa, lo cual el club presumió en sus redes sociales.