Pedro Pineda, el mexicano que de Ciudad Neza llegó al Milan

El delantero fue considerado una de las grandes promesas en sus inicios, pero jamás logró consolidarse en un solo club.

Pedro Pineda pudo ir al Milan, pero no tuvo la participación deseada. Foto: Mexsport

Nacido en Ciudad Nezahualcóyotl, en los márgenes de la Ciudad de México, Pedro Pineda logró llegar a Europa con lo que parecía un gran futuro por delante. Se integró Milan de Fabio Capello, quien dirigía a una generación legendaria compuesta por Frank Rijkaard, Paolo Maldini, Franco Baresi, Alessandro Costacurta, Marco Van Basten y Ruud Gullit, entre otros.

El Mundial Sub-20 de Portugal 1991 se convirtió en la vitrina perfecta para el delantero, quien con cuatro anotaciones en la Fase de Grupos cautivó a visores italianos para llegar así al Milan con 19 años, pero con el enemigo de cerca: el promotor Guillermo Lara.

Con ‘Chucky’ como prueba, el Calcio parece prohibido para los mexicanos

LOS RUMORES Y LA SOLEDAD

Muchas historias cuentan que el mismo Lara, en conjunto con el entonces directivo de Chivas, Francisco González Paul, dejaron a la deriva al juvenil. Memo lo llevó hasta Italia, en donde lo dejó a su suerte. Por fortuna, Roberto Donadoni pasaba por él todos los días para irse a entrenar, pues Pineda no sabía llegar a su nuevo club.

El delantero era propiedad de los Rojiblancos y al volver del Mundial Sub-20 fue negociado. Pero pasó completamente inadvertido porque no disputó algún partido y regresó con los tapatíos con quienes tuvo el conflicto de no recibir sueldo durante un año, pues el equipo le argumentó que jamás llegó a un acuerdo con el Milán, más que el préstamo por una temporada.


LA INESTABILIDAD Y 11 CAMISETAS

Pineda pudo ser uno de los delanteros más icónicos de México. Su toque era especial, su olfato goleador estaba desarrollado, sin embargo, consolidarse con un equipo no fue su cualidad. Tras su paso por Chivas, fichó por el América y de ahí con Toros Neza, donde recordó el goleador nato que era.

Tras un regreso con los azulcremas, recibió la oportunidad en Necaxa para explotar ese talento de goles y coronarse con los Rayos en el Invierno 98. Se pensó que haría una carrera larga con la institución, pero se fue al Atlante, luego tuvo un paso veloz por el Monterrey para después llegar a Cruz Azul y Pachuca entre el 2000 y 2001.

Su andar siguió en La Piedad, en donde se mantuvo un par de años. Le siguió Puebla y en el 2004 decidió retirarse con Atlante Neza, la vuelta a su tierra, donde se despidió de las canchas luego de un largo deambular e incluso un deslumbrante pero triste paso por Italia.​

NOTAS MÁS VISTAS