Ricardo Marín: el Chanflecito 3, el tierno apodo que le puso su abuelo cuando era niño

Llegó a Chivas como la solución de la sequía goleadora de los delanteros del Rebaño y Ricardo Marín cayó con el pie derecho en el cuadro tapatío, pues su colaboración le dio para marcar la histórica anotación 4,000 del club, no pierde el piso y esto es porque el “Chanflecito”, como es conocido en su familia, tiene atrás los pilares que no lo dejan.

Además de sus padres, Marín tiene en don Lamberto Sánchez a uno de sus fieles admiradores. Es su abuelo materno, vive en la Ciudad de México y a sus 88 años atiende su taquería y no deja de apoyar al “Chanflecito” como lo apodó de pequeño, esto por la película de Roberto Gómez Bolaños.

“Cuando estaba empezando en el futbol, me llamó mucho la atención el Chanfle 2, que se colaba, corría y corría y de cabecita, y le dije así va a ser, y él así lo hacía cuando jugaba en la calle y por eso le decía el Chanflecito 3”, expresó don Lamberto en entrevista para mediotiempo.

Don Beto también es el orgullo del delantero de las Chivas, que siempre presume la Taquería Los Pipos, propiedad de su abuelo y negocio donde el señor se gana la vida.

Aún estando lejos, Marín no deja de promocionar la taquería, ubicada en la Cerrada Verbena 29, en la Delegación Iztapalapa y cuando tiene oportunidad asiste a comerse su “Pipo” que es una orden de suadero, adobada o pastor con hasta 16 tortillas.

“Sí, gracias a Dios. Él siempre que va, va y se come su buen ‘Pipo’. Y ahorita hay muchos admiradores allá de él. ¿Cuándo viene? ¿Cuándo viene? Incluso, unos señores que traen el carro a la basura. Me dicen: dígale al ‘Chanflecito’ que me regale su playera”.

Sánchez vio a Marín jugando en Celaya, no había podido asistir al Estadio Akron y ante FC Juárez lo hizo por primera vez, estuvo sentado en la tribuna junto a toda su familia y por momentos se le salieron las lágrimas de la emoción.

“Es la primera vez que lo veo (en Guadalajara). Yo lo veo bien. O sea, tiene más emoción. Ahora sí que, como dijo el ‘Chanflecito’, le está echando más ganas”, mencionó.

Para este duelo, don Lamberto acudió con la mayoría de su familia, Rosalba Sánchez, madre de Ricardo Marín, otra de sus hijas, además de Concepción Guzmán, esposa del abuelo del futbolista rojiblanco.

“Es un orgullo. Sí. Es algo, una emoción que no se puede explicar porque siente bonito saber que él le está echando ganas. Y más orgullo para su abuelo porque es el que dejamos de vender en la taquería por venir a ponernos contentos con él”, añadió doña Concepción.

El abuelo del “4K”, lo vio jugar con los Toros de Celaya, y ahora Marín mandó por su familia a la Ciudad de México para que lo acompañaran en el Estadio Akron. Ese duelo ante FC Juárez no pudo marcar, pero Chivas ganó y eso dejó contento a don Lamberto.

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