En el Draft de México te ibas al baño y el directivo te armaba el equipo: Ruggeri
Entrenador de Chivas y América en la Liga MX, Óscar Ruggeri recordó cómo era el Draft hace unos años y el trato lamentable a los futbolistas como mercancía.
Hasta hace no mucho en México se llevaba a cabo una de las prácticas más humillantes del futbol como era el Draft, un día en el que directivos y entrenadores se reunían en Cancún a negociar futbolistas como mercancías mientras los profesionales del balón -muchas veces- estaban sentados en las escaleras del hotel sede esperando conocer su futuro.
Óscar Ruggeri, quien en México dirigió a Chivas, América y Tecos a inicios de este siglo, quedó sorprendido por el sistema de transferencias en el que el jugador nunca era libre de contratarse con quien quisiera ni de decidir si quería o no unirse a cierto club. Incluso, recordó que los directivos querían armarle los equipos a los técnicos.
"No puedes ir al baño, vas al baño, vuelves y ya te armaron el equipo. Pero eso no es todo porque todo el día estabas ahí, desde la mañana a la noche. Salvo que compraste todo lo tuyo te retiras, pero salías y veías a los jugadores en la puerta esperando para saber quién los había comprado", contó el Campeón del Mundo en 1986 con Argentina.
"En el Draft te rematan, porque te ponen todos los transferibles y si hay uno que no es transferible te vas a la mesa de su equipo, por ejemplo, Cruz Azul, y hablas con ellos", agregó en el programa Futbol90 de ESPN.
La anécdota de Ruggeri con Chivas en el Draft
La primera aventura como entrenador del Cabezón en el futbol mexicano fue con el Club Deportivo Guadalajara entre 2001 y 2002, por ende, fue partícipe del Draft y contó a sus compañeros panelistas que hubo un jugador en específico que pedía negociar al dueño del club, cuya descripción encajaría con Israel López, fichado por Chivas en 2001.
"A mí me tocó el Draft en México. Yo dirigía a Chivas y al lado de mi estaba el presidente del equipo, un millonario, es más, decir millonario es pobre respecto a lo que era. En todas las mesas estaban América, Cruz Azul, todos los equipos. En una pantalla te ponían a todos los jugadores disponibles con un precio base", señaló.
"En aquel Draft fui a buscar un enganche que jugaba muy bien, chiquitito pero jugaba muy bien. Yo no podía contratar extranjeros en Chivas, de pronto en la pantalla aparece el jugador que quería, pero el presidente ni miraba. Sabía que La Volpe lo quería y fue cuando le salté al presidente y le dije: '¿A qué vino acá? Le da la espalda a la pantalla y ese es el único jugador que quiero'. Entonces se levantó el presidente y cerró el negocio, cuando él se puso de pie todos se sentaron", añadió.