'Si quisiera decirle algo a Oribe, se lo digo directo': Salcido negó 'indirecta'

El exfutbolista e ídolo en Chivas, negó que el mensaje que publicó en Redes Sociales, haya sido un mensaje para Oribe Peralta, luego de la polémica con los jugadores de América.

Salcido y Oribe disputando un Clásico en el Clausura 2018. Foto: Mexsport

Que ni fue indirecta, "dardo" o "pedrada" contra Oribe Peralta. Carlos Salcido argumentó que el mensaje que publicó luego de la derrota de Chivas en el Clásico ante América, en el que decía que "se habla en la cancha y no en las redes sociales", nada tiene que ver con la polémica que encendió el Cepillo al ponerse a platicar con sus excompañeros de América al término del juego en el Estadio Azteca. 

Salcido Flores, quien fue ídolo en el Rebaño Sagrado, señaló que además de estimar a Oribe, tiene su contacto directo, por lo que de quererle decir algo, lo hubiera hecho directamente. 

"Yo si quisiera decirle algo a Oribe, que es una persona a la cual admiro, lo catalogo un amigo, lo estimo mucho, es una persona que fue mi compañero, tanto en selección como en vestuario, yo tengo el contacto directo con él. No necesito estar publicando algo en redes sociales para decirle a Juan para que escuche Pedro, yo le marco directo y ya está", dijo en entrevista con TUDN. 

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El exfutbolista, que actualmente es directivo en la Liga del Balompié, señaló que el mensaje que publicó en redes, fue en general para los futbolistas, sobre que se concentren en responder dentro de la cancha y dejarle de dar importancia a lo que se publique o se diga de ellos fuera de ella. 

'POR ERROR MÍO, LLORÉ EN UN CLÁSICO' 

Por otra parte, Salcido contó una anécdota que le sucedió en un Clásico ante América, en el que debido a un error suyo cometió penal y dejó a Chivas con diez.  El defensa dijo que se la pasó llorando todo el segundo tiempo, esperando que el Rebaño no perdiera ese juego por culpa suya al dejar en inferioridad numérica a Guadalajara.

"Nos quedamos con diez por un error mío que yo tumbo a Darwin Quintero en el área;  obvio tuve que entrar el vestuario. Estuve todo el segundo tiempo llorando en una regadera, pidiéndole a dios que América no empatara, porque sabía que si empataban íbamos a perder el partido. Y estuve metido en la regadera, saliendo el agua, llorando y suplicándole a Dios que por favor por mi culpa no perdiéramos un Clásico. A esa magnitud yo vivía un Clásico".


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