'Yo le salvé la vida a Cabañas': Fue el 'chivo expiatorio', lo detuvieron injustamente y hoy revela su verdad

El domingo 24 de enero de 2010 transcurría como una jornada normal dentro del BarBar, recinto que se solía llenar con personalidades de televisión y del espectáculo, hasta qué pasadas las 5 de la mañana una detonación sacudió la vida de todos los que trabajaban en él, muy particularmente a Carlos Cázares Ocaña, quien se desempeñaba como gerente del lugar. 

A partir de ahí, Charly, como le apodan, vivió el año más intenso de su vida, ya que sería culpado de "tentativa de homicidio" por la agresión con arma de fuego que sufrió el futbolista Salvador Cabañas, contradictoriamente del que se jacta que le salvó la vida. Más de 12 meses de sufrir con un sistema que buscó "chivos expiatorios" para saciar a una opinión pública que reclamaba justicia. 

¿Qué pasó en el BarBar con Salvador Cabañas?

Debido al proceso legal que siguió desde esa noche, Cázares no había revelado lo que ocurrió en el antro ubicado en la avenida Insurgentes Sur, pero ahora vio las condiciones para revelar su versión, en la cual subraya las injusticias que sufrió en todo el lapso. 

De inicio, recordó que Cabañas era un cliente asiduo, aunque en sus primeras visitas le costó ganarse el reconocimiento de la gente encargada del ingreso al lugar. Por eso que tuviera que intervenir directo para dejarlo pasar, lo que dio pie a una amistad entre ambos. 

Defendió enseguida que sí seguían los protocolos de seguridad, por lo que no entiende cómo fue que José Jorge Balderas, alias el JJ, quien fue identificado como el agresor de Chava, pudo ingresar el arma de fuego a las instalaciones, para de ahí revelar qué fue lo que ocurrió entre ambos personajes, quienes asegura que "no se conocían". 

"Es un pleito de borrachos, no hubo nadie más que Cabañas, el señor de los baños y el JJ. Era un baño muy pequeño donde no pasaban dos personas al mismo tiempo y por ahí parece que fue un golpe de brazos donde el JJ le empieza a reclamar a Cabañas, uno prepotente y el otro quién sabe qué traería. Ahí es donde se enciende una chispa que puede terminar en dónde cambia tu vida en un segundo", rememoró junto a Rudy Tercero en un podcast para YouTube. 

La detonación se dio, pero en el sitio no se escuchó nada por la música. El JJ bajó, se encaminó a la puerta de salida y se fue, mientras que la gente se mantenía en su normalidad. Cuando Charly Cázares subió al baño fue cuando todo cambió. 

Cabañas estaba consciente, hablaba con cierta normalidad mientras estaba tirado sobre el suelo, y de inmediato se tomó la decisión de encauzarlo con la gente de seguridad. "Lo primero que hice fue llamarle a la patrulla y a la ambulancia. Ahí se empezó todo a enlodar", señaló. 

Los errores que se cometieron en el BarBar

Los elementos de seguridad pública no acordonaron la zona, en lo que fue el inicio de múltiples fallas que acabaron por costarle a Cázares su libertad. "Yo hice todo, saqué a la gente", rememoró. "Todos esos errores son graves", dijo. 

"Quedaron esas cuentas que después se mataron. Eso fue algo que nos perjudicó como colaboradores. Estaba vivo, la ambulancia llegó a los 7 minutos u 8, la patrulla se va y las autoridades regresaron como una hora. Eso se fue enlodando, complicando. Se lo lleva la ambulancia. La esposa y yo determinamos irnos en la ambulancia. Yo siempre dijo que le salvé la vida a Cabañas, yo voy en la parte de adelante, escuchó que dicen 'vamos a Xoco', un hospital de gobierno, y le dijo 'oye, cómo crees, es un jugador del América, vámonos al Ángeles'. Esa determinación fue clave". 

Cázares fue a la delegación para no salir a la calle en un año

Mientras Cabañas era atendido en un hospital al sur de la Ciudad de México, Cázares era detenido por su autoridad dentro del BarBar y ya no saldría más, a pesar de que iba como un testigo. A partir de ahí pasó un año entre celdas, abogados y con el temor de lo que pasaría con su vida. Fue arraigado, al igual que para otras siete personas, entre ellas "el señor del baño". Tras ello, una novela que lo llevó a la cárcel.

"Como el agresor estaba en fuga, había que tener un chivo expiatorio y fui yo", explicó Charly, previo a dar a conocer que el baño fue limpiado y las cuentas "matadas", lo que complicó su proceso A ello se sumó que no fue detectada el arma utilizada, lo que daba para pensar que estaba vinculado. Al final un cúmulo de decisiones que "enlodaron el proceso", aunque ya ahí saltó el nombre de José Jorge Balderas, como el presunto agresor, aunque en lo que era detenido y procesado, lo que ocurrió el 18 de enero de 2022, el gerente del BarBar se la pasó encerrado, sin deberla y a pesar de que Cabañas siguió vivo gracias a su decisión.