Distanciado con 'el Profe' Cruz y sin rendir, así fue la estadía de Santiago Solari en Atlante

El 22 de julio de 2009, Santiago Solari fue presentado como el refuerzo estelar del Atlante y era anunciado uno de los bombazos históricos del futbol mexicano, aunque la experiencia acabó por no ser tan rica como lo deseaba. 

En medio de un inusitado interés por los Potros y ante una atiborrada sala de prensa en la Ciudad de México, esto a pesar de que el club ya estaba en Cancún, el argentino lució sonriente y de buen talante, y ahí aseguró que estaba comprometido con su nuevo equipo, algo que no confirmó.

En tres torneos, el apodado Indiecito jugó 33 partidos en los que sumó dos mil 154 minutos y marcó cinco goles, esto en la Liga MX, además de que participó en el Mundial de Clubes 2009. Tenía aún contrato con el Atlante, pero fue negociado por el presidente del cuadro azulgrana, José Antonio García, quien consideró que el ciclo del ex jugar del Real Madrid había terminado.

Solari encontró múltiples problemas para compaginar con José Guadalupe Cruz, técnico del equipo, con quien tuvo fricciones que se hicieron públicas, muy especialmente en un partido ante San Luis en enero de 2010 cuando intercambiaron gritos.

"Yo sé que Solari es un tipo de jerarquía y trayectoria porque ha jugado en los mejores equipos y ligas del mundo, pero la categoría también se gana todos los días, con humildad, con el compromiso y el respeto que debe tenerse, aún con las decisiones equivocadas que tenga un jugador en la etapa descendente de su carrera", explicaría el Profe entonces.

Si bien el estratega negó que su vestidor se hubiera roto, en el club sabían que no era así, algo que llevaría al argentino a emigrar al Peñarol sin corresponder a la expectativa que generó.