Tigres rompió corazones en C.U. y se coronó en una memorable Final de 'infarto'

Con dramatismo de principio a fin se vivió la Final de Vuelta del Apertura 2015, un duelo no apto para cardiacos que se definió hasta los penales porque Pumas se negaba a caer.

Una derrota de 3-0 de Pumas en la Ida estuvo lejos de convertir el partido definitivo en un trámite porque C.U. hizo resurgir a su equipo de las cenizas, aunque al final el trofeo se lo quedó Tigres en una desgarradora serie de penales que llegó hasta la muerte súbita.

El equipo de la UANL consiguió el cuarto título de su historia gracias a un magistral Nahuel Guzmán y a un yerro del ecuatoriano Fidel Martínez cuando las gargantas en el estadio ya estaban desgañitadas.

“Teníamos una fiesta en el Volcán, ya la afición y los medios nos daban por campeones, yo siempre dije ‘hay que jugar el juego allá en Pumas, aunque es de noche, es una Final y que nadie tome la confianza de que ya está finiquitado el pasaporte a ser campeón’”, recordó Alejandro Rodríguez, el entonces presidente de Tigres.

El VAR hubiera evitado el 'robo del siglo' a Pumas en la 84-85 ante América

Antonio Sancho, exjugador de Tigres y Pumas, y entonces vicepresidente deportivo en el club de la UNAM, recordó que el panorama era negro como para levantarse, lo cual consiguieron aunque no para doblegar a los del Tuca.

Hacer el primer gol en el primer tiempo fue un envión anímico. Fue una final muy emotiva, espectacular, de muchos cambios de ánimo, fue sufrida, tuvo de todo, los dos equipos a los que le voy”, expresó Sancho.

Tuca ya se había echado para atrás, buscaba defender ese gol de diferencia y el técnico rival, Guillermo Vázquez, decidió enviar a Silvio Torales a la cancha en el 83’ por Daniel Ludueña, movimiento que sorprendía, pues no era un jugador al que Memo le diera muchos minutos; sin embargo, le funcionó, ya que al 87’ tras tiro de esquina de Britos, ese elemento recién ingresado, marcó el 3-3 global.

Pumas goleó en su casa también por 3-0 con anotaciones de Eduardo Herrera, Matías Britos y Silvio Torales, este último a tres minutos del final cuando Tuca ya había “puesto el camión en el arco”, lo que llevó a los tiempos extra en que André-Pierre Gignac volvió a poner a Tigres con ventaja, hasta que Gerardo Alcoba volvió a igualar al minuto 119, a uno del final, para mandar a penales. Tanto Pumas como Tigres terminaron ese complemento con uno menos por una roja a Eduardo Herrera y Hugo Ayala.

En los penales inició fallando Fidel Martínez para Pumas y luego Nahuel le paró el cuarto a Javier Cortés, mientras que por Tigres tiraron perfecto, el decisivo en los pies de Israel Jiménez, quien silenció C.U. y se quedó plantado en el festejo, estupefacto hasta que un beso de Nahuel en la boca pareció despertarlo. Pumas había sido superlíder y así confirmó la “maldición”.

“Aquella noche allá en Ciudad Universitaria yo les dije que no necesito un cardiólogo para checarme si tengo el corazón bien o mal, ya con ese partido sé que al menos del corazón no me voy a morir, porque fueron tantas subidas y bajadas, tantas emociones…”, agregó el Inge.


  • Jessika Méndez
  • jmendez@mediotiempo.com
  • Coordinadora Editorial Mediotiempo Norte/ reportera (EN MT desde 2010): Egresada de la UANL como lic. en Ciencias de la Comunicación Especialidad en Información y Profesional Asociado en Diseño y Producción de Medios Audiovisuales
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