En Tigres había otro ‘Jefe’ y Boy lo amenazó para quitarle el apodo
No solo como técnico, en su época como jugador la leyenda felina también tuvo un episodio donde se molestó al defender su alias en el club de la UANL.
El episodio que Tomás Boy protagonizó desde la banca de Chivas al discutir con el delantero de Tigres, André-Pierre Gignac, gritándole que él era el número uno en la historia de los felinos, no es el primero en el que el Jefe presume ser superior.
En su etapa como jugador de la UANL, Boy se atrevió a amenazar al masajista del club, José Alfonso de la Rosa, quien en los 80’s trabajaba para las reservas de los felinos y era apodado el Jefe, pero Tomás no lo permitió más, advirtió que de seguir usando ese alias lo iba a correr a él y a quien lo llamara de esa manera.
Este capítulo ocurrió durante un interescuadras de los felinos antes de que Boy se fuera al Mundial de 1986. De la Rosa cuenta que en ese momento, un compañero frente a los jugadores del primer equipo, entre ellos Tomás, le gritó “¡eh Jefe, necesito unas vendas!” y respondió “sí, ahorita te las llevo”.
Tomás escuchó y gritó molesto: “¿qué?, ¿a quién le gritas Jefe? ¡el único Jefe aquí soy yo! Si le vuelves a decir Jefe, los corro a los dos”.
De la Rosa está convencido que no lo dijo en broma, pues se notaba su enojo, “y como era Tomás Boy, todos nos asustamos y ya, dejaron de decirme Jefe y dijeron ‘bueno, vamos a decirte Boss, que es lo mismo, pero en inglés’”.
“Boy se portaba bien con nosotros, tenía un carácter muy fuerte y explosivo, bueno todavía, pero se portaba bien, salvo esa excepción, ya mejor cambiamos (de apodo)”, contó el masajista felino en 2016.
De la Rosa llegó al club en 1983 a reservas, en 1987 subió al primer equipo donde se mantuvo hasta 2007 para pasar tres años con Chiapas, pero en 2010 volvió junto al Tuca y continúa hasta la fecha; él había recibido ese apodo desde que estaba en secundaria, cuando un maestro lo nombró así al creer que era el jefe de una pandilla, desde entonces todos lo llamaban así hasta que se dio ese episodio.
Mientras que el mote para Boy surgió porque era un líder en la cancha, así se ganó el apodo de Jefe, luego de que el cronista Gerardo Peña así lo nombró, al señalar que el equipo felino jugaba como lo proponía Tomás.