El día que Vucetich criticó al América por marrullero y a Memo Ochoa por su juego de pies
Durante su etapa en Gallos, Víctor Manuel Vucetich criticó al América por ser un equipo 'que de todo se dejó caer' y lamentó que el árbitro no tuviera los tamaños para sancionarlos.
Flamante entrenador de Chivas,Víctor Manuel Vucetich no dudó en criticar las marrullerías del América y al árbitro por solaparlo, durante un partido en el que el Rey Midas dirigía al Querétaro apenas en febrero pasado.
Aunque no lo puso como pretexto para justificar la derrota como local en la Jornada 5 del Clausura 2020, Vucetich mostró su molestia porque a su juicio América hizo tiempo y el árbitro no compensó adecuadamente.
“En cuestiones de VAR no tengo que reclamar nada. Lo que me molestó fue el tiempo que hicieron (América) y el criterio que utilizan al no amonestar a algún jugador que se deja caer y no te dan el tiempo de más, no compensan. No tienen criterio para saber cuando un equipo se come el tiempo y quiere sacar de ritmo a su rival. Esa es mi crítica”, dijo.
Esa vez, también lamentó la falta de contundencia frente a Memo Ochoa, sobre todo con una que falló Paolo Yrizar solo dentro del área.
“Fue un juego fuerte, en igualdad de circunstancias donde la diferencia fue la contundencia. Ellos capitalizaron dos oportunidades y nosotros de varias metimos una. Se llevan el triunfo con base en esa contundencia”.
Esa vez el América ganó 2-1 en el Estadio Corregidora, y no fue la primera ocasión en que el ahora DT de Chivas lanzó algún dardo hacia alguien del América, pues antes de que Guillermo Ochoa volviera de Europa consideró que Tiago Volpi y Agustín Marchesín eran mejor que él.
"Ochoa es un gran atajador, pero tiene mucha dificultad con los pies y no es bueno con las salidas, no sale jugando como Volpi o Marchesín. El mejor de los tres físicamente sea, tal vez, Tiago", dijo Vucetich a ESPN en agosto de 2019.
Vucetich había llegado a Gallos Blancos a mediados del 2019 pero los dejó apenas en la pausa tras la cancelación del Clausura 2020, cuando el club emplumado fue vendido a socios del Atlante y el entrenador tuvo diferencias con la directiva.