Walter Montoya y su conexión con Cruz Azul
El exjugador de la Máquina fue campeón en el Clausura 2021 y ahora sigue de cerca al cuadro celeste por la presencia de su amigo Lorenzo Faravelli.
Walter Montoya ya no forma parte de la plantilla de Cruz Azul, pero hay algo que aún lo une a La Máquina.
El exmediocampista celeste hoy milita en Central Córdoba, del futbol argentino, pero a la distancia apoya al conjunto celeste, en el que ahora juega un viejo amigo: Lorenzo Faravelli.
Walter y Lorenzo se conocieron cuando eran adolescentes en la academia Jorge Griffa, de Rosario, Argentina. El primero dejó su casa en Machagai para cumplir su sueño de ser futbolista; el segundo, rosarino, le abrió las puertas de su hogar en busca de convertirse en jugadores profesionales juntos.
Hoy, a varios años de distancia, Chaque recuerda cómo era ir a comer a casa de Lolo, costumbre que los hizo amigos hasta que el futbol los separó.
“Estábamos en una academia juntos, era una academia en la que te formabas, te veían los clubes de Primera División Argentina y te llevaban. Éramos de la misma categoría, jugamos muchos partidos juntos”, recordó Montoya en entrevista con La Afición.
“Yo era de muy lejos, del interior de Argentina y como él es de Rosario, sus padres siempre me llevaban a comer a su casa o me llevaban a distintos lugares para que conociera, porque yo vivía en una pensión con muchísimos chicos. Sus padres siempre me llevaban a cenar a su casa o a un restaurante para que fuera algo distinto y siempre voy a estar agradecido”.
Más tarde se convirtieron en rivales, en el clásico de la ciudad entre Rosario y Newell's, en el que se enfrentaron varias veces, hasta que Walter emigró al futbol europeo con el Sevilla y Faravelli siguió su camino en Ecuador.
“Después él pasa a Newell’s Old Boys, en Rosario, y yo sigo un año más en Griffa; él debuta y yo paso a Rosario Central y jugábamos clásicos. Nos volvimos a encontrar en una selección que había en Rosario, estaban los mejores de esa categoría y jugábamos un amistoso. Nos dejamos de ver, después vi que estaba en Independiente del Valle y después me da la sorpresa que va a Cruz Azul. Pensé que eso era muy bueno”.
Hoy, sólo hay buenos deseos para el futbolista de La Máquina, que esta semana busca coronarse como antes lo hizo Montoya : “Fueron los primeros pasos de uno cuando está chiquito y ojalá que le vaya bien, se merece esto él y su familia”.
La unión, la clave del título del 2021
Walter Montoya vivió dos etapas con Cruz Azul y en ambas llegó a la Final, aunque en sólo una de ellas levantó el título.
El mediocampista argentino llegó a La Máquina en el 2018, con el peso del número 10 sobre la espalda y parecía que podría seguir con el legado del Chaco Giménez. En esa primera etapa, el sudamericano fue parte de la plantilla que disputó la Final contra el América en el Apertura 2018, título que se quedó en Coapa.
Al terminar esa campaña, diferencias con Pedro Caixinha, entonces entrenador del equipo, concluyeron con la petición del jugador de salir del club, a pesar de tener contrato vigente.
Después de estar a préstamo con Racing, Montoya regresó a La Máquina para el 2021, ahora con Juan Reynoso al frente del equipo, y aunque tampoco tuvo los minutos que él hubiera querido, fue parte del plantel que consiguió la novena con el que se terminó una sequía de más de 23 años.
Pero, ¿qué fue diferente entre una plantilla y otra, que la segunda sí levantó el trofeo de campeón?
“Creo que él (Juan Reynoso) lo hizo muy bien, primero, en conformar el plantel y después el equipo, que fue magnífico; había un uruguayo, peruano, los mexicanos, nosotros los argentinos y él hizo que todos fuéramos uno. Y por ahí mi experiencia en 2018 eso no pasó, siempre estaba uno por aquí, otro por allá, o éste con el otro que se llevaban tan bien; obviamente no vas a hacer amigos con todos, sino que Juan lo que hizo fue que nos uniéramos todos y que tiráramos todos por el mismo camino, tanto nosotros como la gente que trabajaba en el club y la afición”.
Y es que esa unión, ir todos por el mismo camino, fue la clave para que ese año, después de toda la presión que había en el equipo, se convirtiera en campeón.
“Creo que eso fue fundamental, formamos una familia, nosotros nos juntábamos a cenar, comíamos asados y compartíamos quizás cosas mínimas que hacían mucho y eso fue fundamental. Era una unión increíble, todos queríamos ganar, hasta a veces gente que no era de Cruz Azul y que quería que nos fuera bien, se sentía que lo hacían de buena fe y eso fue importantísimo. El grupo que hizo Juan fue espectacular, siempre estábamos juntos”.
Además del título de liga, Montoya fue campeón de la Copa MX del 2018, trofeo que lleva tatuado, y el Campeón de Campeones del 2021.