¿Quién te extraña, Mbappé? PSG golea en su debut en la Ligue 1
Desde la banca, el París resolvió un partido que se estaba complicando; terminó goleando 1-4 al Le Havre.
El comienzo de la etapa post Mbappé fue una montaña rusa para el París Saint Germain que respiró al final de su visita a Le Havre, cuando Ousmane Dembele saltó al campo, desequilibró y marcó, a cinco minutos del final, el gol que devolvía la ventaja al conjunto de Luis Enrique que acabó el partido plagado de lucidez para golear a un rival menor.
Pero hasta la entrada al campo del exjugador del Barcelona junto a Bradley Barcola, el triunfo del campeón estaba en el aire. También el final de las estadísticas favorables. Lleva ya veinticinco partidos sin perder como visitante. Sumó en el estadio Oceane su vigésima victoria redondeada al final con los goles de Bradcola y de Randal Kolo muani, de penalti.
La presencia en el primer once titular de Luis Enrique en la temporada 2024-25 del joven Ibrahim Mbaye, de 16 años, fue un aliciente que se diluyó pronto. Aire fresco para aplacar el efecto de la ausencia del que ha sido su estrella en los últimos siete años. Es parisino Mbaye que se convirtió, con 16, 6 meses y 23 días en el más precoz en la historia del club en salir como titular en un encuentro oficial.
No causó su puesta de largo el efecto pretendido por el técnico español que le cambió en el descanso para dar entrada a uno de los fichajes del curso, el portugués Joao Neves, suplente de inicio. Y es que el único refuerzo que formó parte del equipo de principio fue el ecuatoriano Willam Pacho.
Sin Mbappé, la responsabilidad del gol recayó en el luso Gonçalo Ramos que formó tripleta atacante con Mbaye y Marco Asensio. En el banquillo, titulares habituales como Ousmane Dembele, Bradley Barcola o Marquinhos, que salieron en la segunda mitad, cuando el panorama se puso feo.
Ramos duró veinte minutos en el campo. Se marchó lesionado, por una dura entrada de Ettiene Youte. Saltó al campo Randal Kolo Muani. Para ese momento el París Saint Germain tenía un control absoluto del partido y la ventaja en el marcador adquirida a los tres minutos por Kang In Lee a pase de Ramos en una acción coral que arrancó desde atrás con una estupenda conducción de Asensio.
No pasaba por apuros el cuadro de Luis Enrique que tenía la posesión y las ocasiones como la de Kolo Muani antes de la media hora que dio en el larguero. Pero fue hasta ahí. El Le Havre tuvo la primera, un gol anulado a Abdoulaye Toure por fuera de juego. No subió al marcador pero al PSG le empezaron a temblar las piernas.
Aún así, un tiro lejano de Asensio y otro de Mbaye justo antes del intermedio que resolvió el portero Arthur Desmas pudieron apuntalar al Le Havre que el pasado año logró la permanencia a última hora.
El conjunto local se creció en cuanto logró el empate en una acción aislada, con algo de fortuna y mucha contribución de la defensa parisina. Un balón parado al área de Christopher Operi que empaló en la izquierda Gautier Lloris, hermano del que fuera portero internacional francés Hugo, y sin potencia, botando, se coló en la portería. La zaga de Luis enrique quedó en evidencia.
No había encajado un gol en su primer partido de las últimas nueve ligas el PSG que pudo encontrarse un panorama peor. Respiró cuando el VAR invalidó por mano previa el gol de Josue Casimir que ponía por delante a los locales.
Después de dos ocasiones de desactivar el entusiasmo local, por medio de KAng In Lee que estrelló un tiro en el larguero y una acción individual de Asensio, sin acierto, Luis Enrique tiró del banquillo. Sacó a todo su arsenal. Y dio resultado.
La banca hizo la diferencia
Al campo de una tacada el capitán Marquinhos, y los extremos Ousmane Dembelé y Bradley Barcola. Todo cambió. Bastó un cambio de ritmo, más aceleración, y el desequilibrio de Dembele y Barcola para aliviar al PSG. Fue el exjugador del Barcelona el que, en el 85, rompió la resistencia del Le Havre. Marcó de cabeza un gran pase de Joao Neves.
Y en el siguiente, fue Barcola el que hizo el tercero en una jugada individual. Un gran gol, una estupenda culminación. El cuarto llegó de penalti, cometido por Lloris y que permitió a Kolo Muani abrir su cuenta anotadora del curso.
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