Maribel Domínguez está lista para volver al profesionalismo
Después de su salida de la Selección Femenil Sub-20, Marigol creó un Centro de Formación de talentos en Tulancingo, Hidalgo; se siente tranquila y lista.
Si de alcanzar sueños hablamos, Maribel Domínguez sabe cómo hacerlo, cómo perseguirlos, cómo alcanzarlos. “Después de salir como entrenadora de Selección Nacional regreso aquí, a mi punto de origen, donde vive toda mi familia” a Tulancingo, Hidalgo.
En esas calles de olor a maíz y nopal. Donde se alza el neoclásico de su catedral, Marigol camina hacia un nuevo comienzo, la creación de un Centro de Formación de Talentos. “Realmente nunca dejé los banquillos” afirma desde el césped donde entrena a niños y niñas. Ha pasado año y medio desde que fue despedida por la FMF, tiempo en el que con libreta en mano analizaba el futbol amateur del barrio hidalguense. Continuó su preparación en el MBP School of Coaches de Barcelona “y empezamos con el sueño de crear un equipo de futbol femenil” que ya juega en la Liga Nacional.
Un nuevo comienzo
“Empezamos a armar el Centro de Alto Rendimiento Femenil, por eso (el uniforme) dice CARFEM, pero lo padre es que llegaron niños”, dice orgullosa de lo conseguido. “Fue algo muy chistoso, muy lindo. Nosotros entrenábamos con las niñas y en el campo donde entrenábamos, por el centro de Tulancingo, había una canchita de basquetbol donde se juntaban muchos niños pequeñitos. Un día se les vuela el balón hacia donde nosotros estábamos y se los regreso. Entonces les digo: ¿No están entrenando? Y me dicen, no. Acá hay un entrenador que entrena a muchos niños, ¿por qué no entrenan con ellos? Les preguntó Maribel, pero los niños le contestaron: “No, es que el profesor cobra. ¿Cómo que cobra?” fue ahí donde les propuso:“¿Quieren formar parte de un equipo? Pues vamos a armarlo, vénganse a entrenar mañana y vamos a comenzar. Y fíjate que la sorpresa es que al otro día llegaron como 8, 9 niños y empezamos a armar el futbol varonil de las categorías menores”.
Así comenzó a desarrollar el CFT, un centro totalmente gratuito y que cada día va sumando jugadores, gracias a la figura de Marigol. “Nosotros no cobramos, no está en mi cabeza. En su cabeza está darle paso a los sueños, que alguna vez ella tuvo y que para cumplirlos tuvo que vencer miles de obstáculos.
“A los chicos les comparto mi historia y me dicen: ¡Profe! ¿de verdad usted pasó por todo eso? Y les digo, sí y lo que quiero que entiendan es que lo pueden lograr, siempre teniendo el objetivo claro. Hoy en día les queremos dar esa oportunidad para que no tengan que sufrir todos esos obstáculos que tuvimos nosotras como pioneras. Y están muy motivadas, porque es lo que les digo, yo tuve que pasar por todo esto y llegué y ustedes ahora tienen todo esto”.
Su trabajo ha comenzado a dar frutos. “Tuvimos la oportunidad de estar en una visoria de un equipo de Primera División y afortunadamente ya se quedó uno de los niños, y eso le da auge para que los chicos se sigan motivando. Que esa es la idea, y que encuentren en el deporte, no solo futbol, sino una calidad de vida, que sean mucho mejores personas, con valores, es eso es lo que también buscamos.”
“Yo me siento tranquila”
Maribel no ve atrás, ha comenzado a escribir un nuevo capítulo. “Lo que pasó es algo que se ha quedado estacionado ahí. Yo me siento tranquila y no se me ha hecho difícil regresar a los bancos, no se me ha hecho difícil volver a dirigir y sobre todo a estos pequeños porque creo que cuando uno trabaja sinceramente, con claridad, no hay ningún temor de volver a hacerlo.
“Estoy lista para seguir, si hay una oportunidad de regresar al máximo circuito, al futbol femenil como profesional, yo estoy lista para hacerlo, para eso nos seguimos preparando y para eso seguimos trabajando. Creo que las cosas llegan en su momento, ahorita es el centro, que es mi prioridad, pero si más adelante se me da una oportunidad o se abra este tipo de puerta, por supuesto que estoy lista para poder asumirlo.”
Volvió al origen. Al césped de los sueños. Porque como decía Buda “solo hay dos errores que se pueden cometer en el camino hacia la verdad: No empezar y no llegar hasta el final”.
Con información de Jennifer Seefoo