Así cambió el futbol en 5 años; del Barcelona-Madrid con Messi y CR7 a solo recuerdos

Es el 2016, en TV pasan el Clásico Español con Messi, Suárez y Neymar con el Barcelona; Cristiano y Sergio Ramos con el Madrid. Hoy nada de eso queda.

El fin de una era marcada por Cristiano y Messi en Real Madrid y Barcelona. (Footy Renders)

Es el año 2016, tienes una cita frente al televisor (o si eres muy afortunado, en el estadio) para ver el juego que paraliza al mundo. Frente a frente están Barcelona y Real Madrid para una nueva edición del Clásico Español y eso significa ver a Lionel Messi contra Cristiano Ronaldo, los dos más grandes futbolistas del mundo para regalarnos un capítulo inolvidable de nuestras vidas.

De verdad esperamos que hayas atesorado aquellos momentos, que hoy le des la justa dimensión a lo que esos dos monstruos hicieron por los clubes más populares del planeta porque a cinco años de distancia ya nada de eso queda, se cerró una era irrepetible en el futbol y el último eslabón de aquellas tardes de ensueño se fue a buscar una nueva aventura porque -como ya todo el planeta sabe- Lionel Messi se fue del Barcelona.

Así cambió el futbol en 5 años

Aquellos duelos épicos entre Barcelona y Real Madrid acrecentaron la ya de por sí histórica rivalidad. La MSN y la BBC frente a frente para mostrar lo que la élite del futbol era, pero la desbandada comenzó en 2017 con Neymar, el primero en "bajarse del barco" al romper récord como el fichaje más caro de la historia con el PSG a cambio de 222 millones de dólares.

Irónicamente porque por un par de años se dijo que habría reencuentro en Barcelona, el futbol volverá a reunir a Ney con su gran amigo Leo, pero en Francia porque el argentino firmó este martes con el París Saint-Germain para que sea su nueva casa como profesional tras 17 años en el Barça.

Increíblemente, Leo en la Ciudad Luz tendrá por compañero al que por 16 años fue uno de sus máximos rivales en la cancha portando la camiseta de los Merengues: Sergio Ramos, el mismo hombre que le coció a patadas en cada Clásico y por quien ahora habrá de poner el pecho a las balas, recordando que el defensa español recién firmó con los parisinos tras dejar, al igual que Messi, un legado histórico pero en Madrid.

El gran golpe: Cristiano se fue del Madrid

Neymar fue el primero, pero el que marcó el parteaguas histórico fue Cristiano Ronaldo al fichar por la Juventus en el 2018 tras nueve años pletóricos como blanco, en los que rompió todos los récords de leyendas como Alfredo Di Stéfano, Raúl González, Hugo Sánchez, Ronaldo Nazario y más.

La partida de CR7 a Italia supuso un golpe durísimo para LaLiga, que vio salir a uno de sus dos emblemas y con ello dar por terminada la rivalidad que por casi una década llenó de noticias, cifras y morbo al mundo del futbol. Y bien se podría decir que Messi no volvió a ser el mismo desde que Cristiano se fue de España.

Para muestra las estadísticas de Leo en el Clásico tras la salida del portugués porque en los seis enfrentamientos del Barça y Madrid desde aquel 2018, el argentino no volvió a anotar ni asistir. Parte de la magia se fue, pero agosto del 2021 marcó la historia para siempre.

Messi y el adiós al Barcelona que nadie pensó

El 7 de agosto del 2021 quedará en la memoria del barcelonismo como uno de los días más tristes. Lo que jamás imaginaron cayó como balde de agua helada: Barcelona anunció la salida de Lionel Messi y un día después, en rueda de prensa, el 10 lo confirmó entre lágrimas, con una ovación de pie y una inolvidable fotografía acompañado de sus 35 trofeos como Blaugrana.

Emotiva por demás la despedida de Leo, quien un año antes vio como su gran amigo y cómplice en la cancha, Luis Suárez, fue desechado por el Barça como si fuera un inservible. El Atlético de Madrid le abrió las puertas y -a manera de venganza- logró el título liguero, ese que Messi ya no pudo alzar porque desde 2020, con el famoso burofax, quedó claro que su mente estaba lejos de la Ciudad Condal y ahora su cuerpo también lo estará, cerrando así una era inigualable del futbol que hace tan solo cinco años parecía interminable


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