El Pollo Briseño es el mexicano número 11 en descender en Europa
El Feirense del jugador mexicano descendió oficialmente este viernes aún sin jugar su partido de la Jornada 34 de la Liga lusa.
Así como hay mexicanos que han levantado títulos en Europa, también hay quienes han experimentados dolorosos descensos, tal es el caso de Antonio Briseño que con el Feirense de Portugal se convirtió en el onceavo azteca en probar este amargo sabor.
El Feirense del Pollo está destinado a bajar de categoría al quedar ya a 16 puntos del Tondelá, cuando quedan 15 por disputar, por lo que el descenso está matemáticamente confirmado, sin embargo, figuras como Hugo Sánchez, Andrés Guardado, Guillermo Ochoa, entre otros saben lo que es esto, pero se han sobrepuesto.
El primer azteca en descender en Europa fue Sabino Aguirre que lo hizo en la Temporada 1934-1935 con el club vasco, Arenas de Guecho, mientras que José Luis Borbolla en la 1944-1945 lo hizo en España con el Deportivo en su primera aventura en Europa; tras bajar de categoría llegó al Real Madrid.
Fue hasta la 1993-1994 cuando Hugo Sánchez, luego de jugar en el Real Madrid y volver a México, disputó una Temporada con el Rayo Vallecano con el que descendió al perder la promoción con el Real Valladolid. Ni sus 16 goles le ayudaron a su equipo a mantener la categoría.
Miguel Layún con dos juegos le tocó bajar con el Atalanta de Italia en la 2009-2010, y en el 2011 hubo dos aztecas que perdieron la categoría: Guardado con el Deportivo La Coruña y Pablo Barrera con el West Ham.
Para el 2013, Giovani dos Santos con el Mallorca al quedarse abajo por un punto de diferencia con el Celta de Vigo.
En el 2016, Raúl Gudiño descendió con el Uniao Madeira en Portugal, y no es el único portero en tener un “asterisco” en su carrera, ya que Guillermo Ochoa le tocó vivir dos, con Ajaccio en Francia en 2014 y el Granada en España en 2017.
El caso de Rafael Márquez es especial, pues él arrancó la temporada 2015-16 con el Hellas Verona de la Serie A, disputó nueve partidos de la primera vuelta antes de abandonar al equipo para enrolarse con el Atlas en el Clausura 2016; así, aunque no vivió el drama de descender, estadísticamente es parte del plantel que se fue a la Serie B.