- Monterrey llegó a 18 puntos; Gallos Blancos se quedó con 5 unidades
- Rayados ligó su octavo partido en casa sin derrota
Hoy Monterrey reafirmó su poderío en casa al desplumar al Querétaro 4-1; el Clausura 2012 avanza y Rayados va al alza, mientras que Gallos Blancos se hunde cada día más. Como ha sido a lo largo del torneo, César Delgado, se echó al equipo a los hombros; fue un demonio en el terreno de juego, jamás se cansó de correr por la parcela derecha. El argentino participó en tres de las cuatro anotaciones; apareció en el primero, puso servicio exacto para el segundo y anotó el tercer gol de la tarde. Se vivió una primera mitad peleada. Rayados y Gallos tuvieron sus ocasiones para irse adelante en el marcador, sin embargo, la fortuna del gol a ambos se les negó. En este lapso, Suazo falló dos opciones muy claras pero la visita también pudo hacer lo suyo, en los pies de Marco Jiménez o Sergio Ponce se perdieron la oportunidad de anotar. Fue hasta el minuto 51 cuando la defensiva de Gallos pudo ser destruida. Un zurdazo dentro del área por parte del defensor Darvín Chavéz puso el marcador 1-0; el jalisciense festejó en grande su anotación ya que en su partido 80 en el Máximo Circuito anotó su primer gol en su carrera. La fiesta albiazul no paró ahí, si no todo lo contrario. La ofensiva rayada sin escatimar en futbol, siguió en la búsqueda del tanto que pusiera hielo al partido y lo consiguieron cinco minutos más tarde. Gran servicio de "Chelito" Delgado para Aldo de Nigris, quien con un gran remate cabeza mandó la esférica al fondo de las redes; el regiomontano anotó su quinto gol en el Clausura 2012. Para cerrar con broche de oro su actuación, el rosarino realizó gran jugada individual: incursionó al área, se paró frente a Liborio Sánchez y con gran frialdad envió el balón lejos del guardameta. El Gallo estaba liquidado, sin embargo, a los 83 minutos, Isaac Romo encontró el gol de la honra. Pero la historia del partido no terminaró ahí, ya que Aldo de Nigris, al minuto 89, aún tuvo tiempo de ponerle la cereza al pastel y anotar el 4-1. La tribuna del Tecnológico era una locura.