Metamorfosis de Gallos, del abismo a la opulencia

Acostumbrado a historias tristes, propietarios de dudosa calidad moral o de extravagantes antecedentes, el Querétaro vive actualmente una realidad tan bondadosa como crueles habían sido sus pesares.

Gallos anotó en los últimos minutos del juego.
  • En 24 años, los Gallos se fueron 4 veces de Primera
  • Hoy presumen recursos y propietarios solventes
Acostumbrado a historias tristes, propietarios de dudosa calidad moral o de extravagantes antecedentes, el Querétaro vive actualmente una realidad tan bondadosa como crueles habían sido sus pesares. El Querétaro que hoy presume al astro Ronaldinho es el mismo que hace apenas cuatro meses aún sufría por salarios caídos y se ahorraba gastos de concentraciones. Se trata del cuadro que ya cuenta en sus filas con un "crack" ganador del Balón de Oro, pero cuya afición lloraba un nuevo descenso hace poco más de un año. Ahora bajo el amparo de un consorcio económicamente poderoso, su actualidad llena de entusiasmo y de zona de Liguilla –a pesar de que no han ganado en las últimas cuatro jornadas–, sólo se compara con la del Apertura 2011 en que alcanzaron las Semifinales por primera y única vez en su historia. De ahí en fuera, al club emplumado le sobran capítulos interrumpidos en el Máximo Circuito, al que tardó 40 años en llegar. Como si fuera vaticinio, los Gallos surgieron en 1950 como cuadro de Segunda División y alcanzaron el Máximo Circuito hasta 1990, a partir de lo cual han sufrido tres descensos (1994, 2007 y 2013) y una desaparición aplicada por la Federación Mexicana de Futbol en 2004 entre sospechas de estar ligado con el narcotráfico. Además, su afición ha estado a prueba de arraigo: el equipo que ascendió en 1990 había sido franquicia del Tampico Madero, el que subió en 2002 fue originalmente La Piedad, el del 2006 era Zacatepec e incluso el plantel actual fue Jaguares de Chiapas. Estos últimos fueron adquiridos tras el último descenso en el Clausura 2013 por el empresario Amado Yáñez, posteriormente acusado de fraude a Pemex y despojado del club para ser entregado a la Secretaría de Hacienda, lo que dejó a jugadores y empleados del club sin recibir varias quincenas el torneo anterior. Antes de ello, el equipo nunca dejó ver claramente quiénes eran sus dueños. Ejemplo de eso fue la llegada como accionista del croata Zlatko Petricevic en 2008, con promesas de amistosos contra el Real Madrid y comodidades de primer mundo, de lo cual nada se cumplió. Tras ello llegaron Yáñez y recientemente Grupo Imagen, quienes no han escatimado en gastos y con Ronaldinho como estandarte y dos millones de dólares anuales por su salario, según cifras extraoficiales, pretenden dejar enterrada la historia, radicalmente distinta a su actualidad.
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