- Los niños fueron revisados como cualquier otro aficionado
El operativo de seguridad que el municipio de Querétaro implementó para la visita de los Pumas a La Corregidora no escatimó en ningún momento y de hecho las medidas de precaución y las revisiones a los aficionados para ingresar al estadio fueron más allá de lo normal. Fueron siete autobuses los que llegaron desde el Distrito Federal con aficionados universitarios, sin embargo, cualquier persona que portará una playera del cuadro auriazul era dirigida a la puerta por la cual ingresó la porra visitante y así tener bajo control cualquier incidente que se pudiera presentar. Uno a uno los seguidores universitarios fueron ingresando al inmueble y pasando la extenuaste revisión de la seguridad privada que contrató la Directiva queretana para mantener el orden dentro del estadio. La revisión fue a los límites de que los niños eran revisados como un aficionado adulto e incluso a los integrantes de las porras los obligaron a quitarse tenis, zapatos, gorras y cualquier objeto en el que se pudieran guardar armas, petardos o cuetones para alterar el orden dentro del estadio. Más allá de eso no hubo incidentes en el lleno que presentó La Corregidora de Querétaro para el duelo ante Pumas y que representa el reto de terminar con la racha de casi un año sin ganar como local.