Mohamed Salah, el faraón egipcio que no expandirá su dominio a Qatar

La estrella del Liverpool falló un penalti y Egipto perdió el boleto mundialista ante Senegal. Así fue como se gestó la caída del ídolo del desierto.

Salah no estará en Qatar | Reuters

Mohamed Salah tiene conquistado Egipto e Inglaterra, pero el Rey Faraón no podrá expandir su reinado hacia tierras mundialistas, porque no pudo llevar a su selección a Qatar 2022; no solo falló un penal en el momento decisivo, le falló a quienes lo veían como el gran líder que los instalaría frente a una nueva conquista.

Fue ante el mismo rival -y la misma dosis- y con el que no pudo levantar la Copa Africana de Naciones, la selección de Senegal; se fueron hasta los penales, y en aquella tanda Mo Salah no pudo disparar por ser el quinto cobrador, pero este martes 29 de marzo Mo fue uno de los villanos, al fallar en el partido que daba un boleto mundialista.

Salah es, sin duda, uno de los referentes del futbol africano, y así lo hizo notar desde un principio al estar en la Selección de Egipto, escuadra a la que representó en el Mundial Sub 2011 y los Juegos Olímpicos del 2012 y Copa Africana Sub 20.


El Faraón debutó en el 2010 en el El-Mokawloon El-Arab y para el año 2012 ya estaba en Europa; fue primero a Suiza con el Basilea y, de inmediato, fue campeón.

Para el 2013 firmó con Chelsea de la Liga Premier; un año después pasó a la Fiorentina de Italia. En el año 2015 estuvo en la Roma y en el 2017 llegó su mejor momento al firmar con el Liverpool, donde llegó su consagración. De alguna u otra manera, la fortuna siempre le ha sonreído, o como lo resumió Diaa El Sayed, el ex internacional egipcio: “La clave del éxito de Mohamed es que siempre supo cuándo dar el paso correcto”, al recordar su salida de los Blues para ir al Calcio y finalmente con los Reds.

Con su Selección, Salah debutó en el año 2011 y buscó el boleto al Mundial de Brasil 2014, donde Ghana los dejó fuera; su revancha llegó para Rusia 2018, ahí Salah y los egipcios lograron el boleto, el primero que se logró luego de 28 años.

El Rey Faraón se convirtió desde entonces, indiscutiblemente, en el referente de su selección; marcó cinco goles en el proceso clasificatorio, más dos asistencias; sus aspiraciones eran reales y sus conquistas palpables… “Quiero ser el mejor futbolista egipcio de la historia”, habría dicho por aquél tiempo.

Un delantero filantrópico

Si bien a Salah le ha ido bien en el mundo del futbol, se ha dedicado a ayudar a familiares y hasta desconocidos, por eso le llaman Creador de la Felicidad; en Egipto pagó la primera ambulancia aérea y en repetidas ocasiones adquiere equipo médico para realizar donaciones.

Tiene una fundación en la que ayuda a familias y también apoyó con un centro médico, una escuela y un centro juvenil. Entre sus muchas otras acciones a beneficio, el atacante donó una bonificación que le otorgaron en Egipto si la selección iba a Rusia 2018 y prefirió que el dinero lo invirtieran en equipo médico.

Justo cuando Egipto se metía a Rusia 2018 -ganándole a Congo 2-1-, la casa de sus padres era robada, pero el delantero perdonó al asaltante y hasta lo ayudó económicamente.

No es que apruebe que robara, pero estoy seguro de que tenía una razón importante para hacerlo; siento que lo hizo por algo”, dijo a GQ en su momento.

El dolor de cabeza de Salah

En el 2014 no le alcanzó, pero sí para el 2018, y si bien llegó, Salah sufrió para estar en Rusia, pues en el camino se encontró con aquella polémica lesión de hombro provocada en una jugada con el español Sergio Ramos en la Final de la Champions League, duelo entre Liverpool y Real Madrid.

El hombro derecho sufrió una luxación acromioclavicular, y aunque se recuperó, Salah se perdió el debut en esa Copa del Mundo ante Uruguay; jugó hasta la Jornada 2 contra Rusia y también ante Arabia Saudita, hizo dos goles, pero Egipto no pasó de la primera fase, sufrió tres derrotas.

Esta vez, Salah, el Rey Faraón, buscaba la revancha, asistir al Mundial de Qatar 2022, pero Sadio Mané -su compañero y amigo en el Liverpool- y Senegal- le dijeron no a la posibilidad de su segundo Mundial, a sus 29 años.

Como el incansable luchador que es, Salah volverá a buscar una opción para el año 2026, que será compartido entre México, Estados Unidos y Canadá, y quién sabe… como Osiris, la deidad de la resurrección, el Rey Faraón –entonces de 34 años- podría volver a pisar una cancha mundialista para al fin intentar alcanzar el trono.


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