Necaxa ocultó una fisura para llegar completo al Mundial donde venció al Madrid

Raúl Arias se 'guardó' la lesión del delantero Sergio Vázquez para que pudiera jugar sin problemas el mundialito.

El Necaxa del 2000 terminó el Mundial de Clubes de aquel año como los grandes, en un digno tercer lugar tras vencer al Real Madrid, lo que hoy a Raúl Arias convencido de que todos los sacrificios valieron la pena, incluso el de poner a jugar a Sergio Vázquez con todo y una fisura.

Revive el tercer lugar del Necaxa en el Mundial de Clubes contra el Real Madrid


Esa es una de las anécdotas de aquella participación de los Rayos, ya que el uruguayo aquejó dolores en el empeine y al ser revisado con exámenes radiológicos apareció la lesión que se guardó Arias y el cuerpo médico del Necaxa para no mermar mentalmente al delantero.

“Él era un jugador muy importante para el equipo y traía un golpe en el empeine, estaba en duda pero el doctor Cantú, que era el especialista que teníamos, le saca una radiografía y no se la enseña a Sergio Vázquez, me la enseña a mí primero”, recordó Arias vía telefónica a Mediotiempo.

“Me dice ‘yo creo que no va a poder’. Le digo ‘¿es muy grave?’, y me dice ‘como sea es el inicio de una fractura’. ’¿Y ya la vio?‘ ‘No, no la ha visto’, entonces como era algo muy imperceptible, se puede decir, porque el jugador o el técnico si no le da la explicación un médico no se da uno cuenta, se podía dar más cuenta por lo que él sentía, le dije, ‘está bien, vamos a jugárnosla”.

Vázquez participó en los 4 duelos del Necaxa e ingresó al segundo tiempo del partido por el tercer lugar ante el Real Madrid, donde le tocó cobrar el primer penal de la serie con la que el club mexicano se llevó el triunfo.

“Además Sergio quería jugar, entonces con esa complicidad con el médico juega lesionado con la fisura y lo hace excelentemente bien”, manifestó Arias.

Ya de regreso a México, Vázquez fue informado de la fisura y se recuperó para disputar aquel Verano 2000 con el Necaxa.

“Después cuando vamos de regreso el médico le dice que tenía eso, a veces esos aspectos mentales quedan de lado si los sabes manejar bien”, añadió.

“Él feliz porque todo salió bien y ya el proceso de la recuperación de lo que tenía que hacer podía esperar, pero la verdad es que habla de un profesionalismo excepcional y de una convicción personal”.

El uruguayo sumó 102 minutos en el Mundial de Clubes y no anotó goles, solamente aquel penal en la tanda final ante el Real Madrid. Para el segundo torneo del 2000, el charrúa fue transferido a los Tigres y en el 2001 al Puebla, su último equipo en el futbol mexicano.


​​

NOTAS MÁS VISTAS