El Tri Sub-17 busca su quinta Semifinal en el Mundial de la especialidad ante Corea
Aunque su historial lo marca como potencia infantil, desde 2015, México no se mete entre los cuatro mejores equipos de una Copa del Mundo.
A lo largo de la historia, la categoría Sub-17 es la que más satisfacciones le ha dado al fubol mexicano; dos títulos del Mundo, un subcampeonato y un cuarto lugar en un Mundial es lo más significativo de esta Selección, logros que la colocan como una potencia en esta categoría.
Este domingo, en Cuartos de Final ante Corea del Sur, la Selección Mexicana buscará su quinta Semifinal de la historia en la categoría, la cual se juega desde 1985; previamente lo había logrado en las ediciones de 2005, 2011, 2013 y 2015.
La primera vez que lo consiguió fue en el torneo que se realizó en Perú en 2005, mismo donde se consiguió el primer título del mundo bajo la dirección técnica de Jesús Ramírez con jugadores como Giovani dos Santos, Carlos Vela y Héctor Moreno.
Seis años pasaron para que el Tri volviera a brillar en esta categoría, metiéndose a las Semifinales en México 2011, donde a la postre también se levantó el campeonato en el Estadio Azteca con elementos como Antonio Briseño, Carlos Fierro y Jorge Espericueta, contando con Raúl Gutiérrez como entrenador.
Para la siguiente edición, en 2013, que se celebró en los Emiratos Árabes Unidos, el Potro Gutiérrez se mantuvo al frente y llegó hasta la Final, perdiéndola contra Nigeria; en esta generación estaban Raúl Gudiño, Omar Govea, Alejandro Díaz, entre otros.
Pero la última ocasión en que México se metió entre los cuatro mejores equipos fue en Chile 2015, bajo la dirección técnica de Mario Arteaga, en ese torneo cayeron en Semifinales ante Nigeria y después por el tercer lugar con Bélgica.
Ahora, el equipo de Marco Antonio Ruiz tiene la posibilidad de librar los Cuartos de Final con un equipo que ha ido de menos a más, pues en el inicio del Mundial el Tricolor no mostró un buen nivel y ha ido en aumento con el pasar de los partidos. Muestra de ello fue la manera en la que dejaron fuera a Japón, que era considerado como uno de los favoritos para llevarse el torneo.