Con mano de hierro y medidas impopulares, así fue como Inglaterra acabó con los hooligans

Margareth Tatcher, una de las figuras más polémicas en la historia de Inglaterra, entendió que la violencia no se trataba de un problema exclusivo del futbol, un primer paso que llevó a un nuevo balompié en ese país.

Los hooligans marcaron al futbol inglés. (Foto: AFP archivo)

Una de las primeras reacciones que se dio en la Premier League el 8 de abril de 2013, tras la muerte de Margareth Tatcher, primera ministra de Reino Unido de 1979 a 1990, fue asegurar que los jugadores no portarían brazaletes negros y que no habría un minuto de silencio por el temor de que se presentaran expresiones negativas, dura decisión en contra de la persona que cimentó la reconversión del futbol inglés, la que alejó el hooliganismo de los estadios y la que tal vez lo salvó.

Querida por algunos y odiada por otros más, Tatcher dejó una huella indeleble en el balompié, ya que fue ella la que marcó el camino al nacimiento a la actual organización de la Premier, hoy ejemplo mundial, aunque también fue quien alejó a las clases bajas y medias de los campos del futbol. Los problemas profundos los solucionó con decisiones radicales, sin importar a quien pudieran afectar. 

-Éxitos deportivos, pero también desastres en las tribunas

El periodo más rico en la historia del futbol inglés a nivel de clubes, ese que va de mediados de la década de los años 70 a la mitad de los 80 y en el que Liverpool, Aston Villa y Nottingham Forest se intercambiaban la Copa de Europa de una vitrina a otra, coincidió con una de las etapas más complicadas a nivel social en Inglaterra, situación que se trasladó a sus campos de futbol en donde surgió el llamado hooliganismo, un complejo fenómeno social.

Tras los periodos de guerra, los bajos salarios, el desempleo y la falta de oportunidades se agravaron en ese país, lo que llevó a que se generaran expresiones en contra del sistema, algunas de las cuales se trasladaron a los campos del futbol y sus alrededores, en donde los jóvenes crecieron en organizaciones que tenían como único fin defender y alentar a su club sin distinción de color de piel, estatus social o lo que fuera.

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Sin embargo, muchas veces lo hicieron de forma violenta, muchas veces embrutecidos por el alcohol y un fanatismo desbordado por sus clubes, o que generó escenarios catastróficos de los cuales tres marcaron especialmente a la sociedad inglesa y en general al mundo del futbol: 

  1. Incendio de Bradford en mayo de 1985. Bradford City recién había logrado el ascenso a la Segunda División inglesa cuando se dio un incendio que acabó con parte del Valley Parade y que arrojó 56 muertos y dejó heridos a cientos más.
  2. Tragedia de Heysel en mayo de 1985. 18 días después del incendio en Bradford, Liverpool y Juventus se enfrentaron en la Final de la Copa de Europa, aunque el violento proceder de los aficionados ingleses llevó a que fueran asfixiados 39 fans italianos después de que se derrumbara un muro del estadio.
  3. Tragedia de Hillsborough en abril de 1989. De nuevo fueron aficionados del Liverpool los inmiscuidos, esta vez en partido ante el Nottingham Forest en las Semifinales de la Copa de Inglaterra. No hubo violencia, pero el sobrecupo originó una fatal avalancha que dejó 97 muertos.

-Las medidas que cambiaron al futbol inglés

Tatcher analizó que debía darse una fuerte sacudida para dar fin a esa problemática, pero para lograrlo no relegó responsabilidades a los clubes, sino que inmiscuyó todos los aparatos posibles de la sociedad y el gobierno, apoyados en nuevas regulaciones: la Football Spectators Act de 1989, que se mantiene con vigencia al día de hoy, y el Informe Taylor que se presentó solo un año más tarde.

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El primero se enfocó en atacar el hooliganismo, mientras que el segundo fue dirigido a la modernización de los estadios, con once puntos que sobresalieron y que obligaron a los clubes a modernizarse en todas sus áreas, lo que llevaría a la creación de la Premier League en 1992, dos años después de la salida de Tatcher del poder.

  1. Entender que se trataba de un problema sociocultural y no exclusivo del futbol.
  2. Leyes para alejar a los violentos. Se tomó la decisión de alejar de por vida a los más problemáticos, no dejarlos ingresar a los estadios.
  3. Multas y castigos para todos. Las nuevas regulaciones no se enfocarían solo en los violentos o en los clubes de futbol; para ejemplificar, si el metro trasladaba a grupos de rijosos la empresa administradora recibía una fuerte multa.
  4. Cuerpos de élite especializados. Los encargados de vigilar a esos grupos de hooligans estarían enfocados en ellos, especializados en su comportamiento, proceder y conocimiento de los integrantes, lo que llevó a enlistarlos en su totalidad.
  5. Capacitación de personal. Los 92 clubes que integran la The Football Association (FA) educaron a su personal para que fuera capaz de reaccionar ante cualquier situación compleja. La intención fue que la policía se alejara poco a poco de los estadios.
  6. Unificación de criterios. Las medidas de seguridad aplicaban para todos los estadios, con salvedades a analizar como la capacidad del inmueble, accesos, infraestructura, entre otros elementos.
  7. Aumento de precios. Las entradas a los estadios resultaron inaccesibles para algunos aficionados, especialmente los jóvenes, que se alejaron del futbol por esa causa.
  8. Utilización de la tecnología. Los seguidores siempre son grabados, además de que se conocen datos como foto, huella digital, nombre e incluso dirección.
  9. Saber quiénes son. Todos los integrantes de los grupos de animación fueron credencializados, además de que se indagó si tenían antecedentes penales.
  10. Estadios nuevos. Todos los clubes modernizaron sus estadios y no se permitió que nadie permaneciera de pie. Se vende la cantidad justa de boletos, todos ellos numerados para saber quiénes lo adquirieron.
  11. Financiamiento estatal. Dado el fuerte gasto que suponía la reconstrucción, la administración inglesa otorgó créditos a los clubes.
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