Policía de Londres detiene a niño de 12 años por insultos racistas a Wilfried Zaha
"Fuimos alertados de una serie de mensajes racistas enviados hoy a un futbolista y después de las investigaciones pertinentes hemos detenido a un niño"
La policía detuvo este domingo a un niño de 12 años como presunto autor de los insultos racistas que recibió a través de las redes sociales el delantero marfileño Wilfried Zaha, poco antes de que Aston Villa y Crystal Palace se enfrentasen en partido de la 35ª jornada de la Premier League.
En su cuenta de Twitter, Zaha publicó tres capturas de pantalla con mensajes racistas que había recibido a través de otra red social, Instagram, de parte de un supuesto aficionado del Aston Villa.
Una de las imágenes era de miembros del Ku Klux Klan, una organización supremacista blanca estadounidense.
Tras el partido, que acabó con la victoria 2-0 del Aston Villa, la policía de West Midlands anunció haber detenido al supuesto autor de los insultos, que resultó ser un niño de 12 años.
"Fuimos alertados de una serie de mensajes racistas enviados hoy a un futbolista y después de las investigaciones pertinentes hemos detenido a un niño", anunció la policía en su cuenta Twitter.
"El niño de 12 años originario de Solihull ha sido puesto bajo custodia. Gracias a todos los que lo alertaron. El racismo no será tolerado", añadió la policía.
Antes de ese anuncio, el Aston Villa había reaccionado ya a los hechos publicando un mensaje en su cuenta de Twitter: "Lamentamos los mensajes racistas asquerosos enviados a @wilfriedzaha. Condenamos cualquier forma de discriminación racial y nos unimos al Crystal Palace en esta iniciativa".
"Trabajamos con la policía para investigar este hecho extremadamente grave y cuando se identifique al culpable, el Aston Villa le sancionará de por vida", precisó el club de Birmingham.
Todos los clubes de la Premier League están implicados en una campaña de lucha contra el racismo desde que se reanudó el campeonato en junio tras el parón por la pandemia del nuevo coronavirus.
Antes de cada partido, los jugadores ponen una rodilla en tierra, que se ha convertido en un gesto contra el racismo, y muestras apoyo al movimiento contra la discriminación racial 'Black Lives Matter'.