El último éxito del nuevo socio del Necaxa: Wrexham de Ryan Reynolds logró segundo ascenso seguido
La hazaña del equipo inglés provocó una invasión de cancha por parte de sus aficionados.
Historia pura tuvo lugar el sábado 14 de abril en el futbol británico, luego de que el Wrexham Football Club, equipo que ha saltado a la fama debido a su exitosa serie y por ser propiedad del actor Ryan Reynolds y su socio Rob McElhenney (quienes ya también invierten en Necaxa), logró un nuevo ascenso, el segundo al hilo tras emular la misma gesta de la temporada anterior.
El equipo originario del norte de Gales consumó el objetivo de esta campaña gracias a una impresionante goleada por 6-0 contra Forest Green Rovers, último de la tabla general en la League Two (cuarta división británica) en el STōK Cae Ras.
Con este resultado, los Dragones Rojos se colocaron como sublíderes de la clasificación al llegar a 82 puntos a dos jornadas del final, por lo que en el peor de los casos caerían hasta el tercer puesto. De esta forma, Wrexham aseguró de forma matemática su promoción a la League One (tercera división británica), luego de militar por años en la quinta categoría, antes de la llegada de sus nuevos propietarios.
De hecho, tras golear a Forest Green Rovers, el Wrexham siguió con paso firme en la League Two, ya que se impuso por 3-0 a Crewe Alexandra y por 2-1 al Stockport County.
De esta forma, Wrexham sigue soñando con algún día formar parte de la Premier League, considerada por muchos como la mejor liga del mundo, pero antes deberán mantener su impresionante marcha la próxima temporada para llegar a la Championship, división de plata en suelo inglés.
Ascenso del Wrexham provocó invasión de cancha
Por supuesto que el resultado conseguido provocó la locura entre los aficionados del equipo galés, quienes pasaron años en la penumbra acostumbrados a malos resultados y ahora parecen estar en la mejor racha de su larga historia, que data de 1864.
Tras el silbatazo final, los asistentes al inmueble realizaron una impresionante invasión del terreno de juego para festejar junto a los futbolistas del equipo, quienes correspondieron a la euforia y más tarde también celebraron en los vestidores.