¡Líder indiscutible! Arsenal no tiene límite en la Premier y se impone al Liverpool
Los Gunners vencieron 3-2 al Liverpool y llegaron a 24 unidades, una más que el Manchester City.
Nada inmuta al Arsenal, el líder que marca un ritmo imponente en la Premier League, mientras supera desafíos y pruebas de fuego con la ambición incontenible que expresa sobre el terreno de juego, con la que doblegó este domingo 3-2 al Liverpool, al que se adelantó dos veces, que lo empató en dos ocasiones y al que superó finalmente por el penalti cometido por Thiago Alcántara a Gabriel Jesús y transformado por Bukayo Saka para retener la cima de la clasificación una jornada más.
El crecimiento del Arsenal es formidable. Algo ha cambiado en el equipo londinense y en la Premier. SOlo había ganado una vez al Liverpool en el recorrido más reciente de sus catorce enfrentamientos. Este domingo fue la segunda ocasión en ese tramo, tan explícita del momento del conjunto de Mikel Arteta, cuyo club no gana la Liga inglesa desde 2004, pero está en ello, en el pulso que sostiene con el Manchester City, un punto por detrás.
El Arsenal no admite duda hasta ahora. Su estupendo comienzo en la Premier, con ocho triunfos y un único borrón (la derrota frente al Manchester United), representa la formidable e irrebatible realidad de la que hoy disfruta el equipo, cuya transición ofensiva es temible, como demostró desde la recuperación en su territorio de William Saliba hasta la resolución de Gabriel Martinelli frente a Allison. El pase, magnífico, fue de Martin Odegaard. Su visión, también su ejecución, desbordó a Alexander Arnold para provocar el 1-0 en sólo un minuto.
El Liverpool reaccionó. Metro a metro, instante a instante, forzó la respuesta del portero Aaron Ramsdale, que surgió para contraponerse al tiro de Darwin Sánchez y al remate hacia su propia portería de Saliba, cuando despejó un amenazante centro, pero que no encontró ningún recurso posible para repeler el remate desde el suelo del delantero uruguayo, quien remachó el centro de raso de Luis Díaz en el minuto 33. En el 42, el extremo colombiano se fue lesionado, con un golpe que no aparenta más repercusión para el futuro.
Es un gol contra las dudas de Darwin Núñez. La millonaria inversión veraniega también es una presión para el delantero, que no había marcado ningún tanto en la Premier desde el 6 de agosto, desde hace dos meses, desde la primera jornada, hasta este domingo. Héroe incontestable de la Communitty Shield, son sus dos únicos tantos en la competición liguera hasta ahora. Lo necesita el bloque de Jurgen Klopp. Y aún más el atacante charrúa.
Pero, cuando parecía el partido más para el Liverpool, marcó el Arsenal, lanzado por un contragolpe trepidante al borde del descanso dirigido por Martinelli, que agarró el balón en el medio campo, inició su conducción a toda velocidad hacia la portería contraria, quebró a dos rivales (Henderson y Alexander Arnold) y centró al corazón del área, donde Gabriel Magalhaes despistó a todos al dejarla pasar por debajo de las piernas, menos a Saka, que empujó el 2-1 a la red ante la incredulidad de Jurgen Klopp y de sus futbolistas.
Igual que ocurrió antes, pero al revés, el Liverpool resurgió cuando menos se intuía, cuando el partido más parecía en poder del Arsenal, cuando el pase de Diogo Jota activó a la espalda de la defensa local a Roberto Firmino, que cruzó su zurdazo para el 2-2. En el minuto 53. Su sexto gol en las últimas cinco jornadas, el tercero en las dos recientes, para nivelar y reabrir un nuevo choque, que fue finalmente para los locales.
Entre el susto de Gabriel Jesús, el Arsenal retomó su voracidad. No quería el empate. No le bastaba. No se conformó. Primero, Allison frenó la ofensiva, ante Saka y Gabriel Jesús, objeto, de pronto, de un penalti más que discutido por el Liverpool, de Thiago al atacante brasileño, en un centro de Granit Xhaka que terminó en la pena máxima de la que se sentía inocente el centrocampista internacional: recibió la decisión ojiplático, con las manos sobre la cabeza.
Lo transformó Saka, en el minuto 76, entre la apoteosis del estadio Emirates y entre la imparable herida defensiva que sufre el Liverpool (seis tantos en contra en sus últimos dos choques ligueros), para culminar la enésima demostración del Arsenal, un líder intratable del que no se intuye aún sus límites.