Wolverhampton sorprende al Manchester City y le quitan el invicto: 2-1
Los Wolves dieron la campanada en el Estadio Molineux y superaron con autoridad a los Citizens de Guardiola.
El último pleno de esta temporada en las cinco grandes ligas europeas ya es historia, con la derrota del Manchester City, que no es invencible, tal y como lo demostró y desnudó el Wolves, replegado en su territorio, trepidante al contragolpe, lanzado por el 1-0 provocado por el vértigo de Pedro Neto, frenado por el golazo de falta de Julián Álvarez y ganador final por el 2-1 de Hwang Hee Chan.
Después del revés en la Copa de la Liga, el conjunto de Pep Guardiola sufrió otro batacazo, imprevisto, entre su dominio absoluto hasta ahora de la Premier, con seis triunfos en seis jornadas, hasta que el Estadio Molineux lo bajó de nuevo a la tierra, redujo su liderato y le transmitió que también es vulnerable con Erling Haaland, sin ocasiones, sin tino, sin opción.
La rebelión del Wolves empezó en el minuto 12. Pedro Neto es imparable cuando corre a toda velocidad, cuando conduce el balón como lo hizo cuando se apropió de la pelota en su propio campo, para desbordar a dos rivales, a Aké hasta en dos ocasiones, antes de aliarse con la fortuna. Su centro rebotó en Ruben Dias y se convirtió en el 1-0. Una sorpresa.
Por detrás en el marcador desde entonces, lejos de su mejor versión, sin tanto caudal de ocasiones, sin la superioridad que acostumbra, frenado por el repliegue de su adversario, el partido fue un jeroglífico para el Manchester City, que a la hora del duelo sólo había conectado cuatro tiros entre los tres palos. Demasiado poco para todo su gran potencial.
Pero su cantidad de recursos es ilimitada. Aplacado Erling Haaland, apareció Julián Álvarez con un soberbio lanzamiento de falta directa para marcar el empate (1-1). Su efecto con la derecha fue perfecto, directo a la escuadra, inalcanzable para José Sa, por más que se estiró, y quizá para cualquier guardameta que hubiera osado entrometerse en ese disparo.
El quinto gol del curso del atacante campeón del mundo argentino pareció el origen de la remontada del City, que entonces se sintió con todo a su favor, cuando Dawson despejó sobre la línea un remate de Phil Foden y cuando José Sa repelió un zapatazo de Akanji, pero también, de repente, cuando se expuso de nuevo al contragolpe letal del Wolves.
Justo después de esas oportunidades, otra internada por la banda derecha originó el caos en la defensa visitante. Primero falló Hwang su remate, después no perdonó, en cuanto le cedió Cunha el rechace, para terminar con el pleno del Manchester City, quizá también con su liderato, dependiendo del marcador del Liverpool en el duelo que cierra este sábado.