La razón por la que Lionel Messi no se quedó a jugar en River Plate
Te contamos la historia del genio argentino que también pudo elegir jugar para España, pero su corazón se quedó en Argentina
Actualmente es imposible imaginarnos a Lionel Messi con la camiseta de otro club que no sea la del FC Barcelona. Pero en el año 2000 la historia pudo haber cambiado, ya que Leo estuvo cerca de jugar para River Plate, sin embargo, varios factores hicieron que no se concretara su llegada al equipo de Buenos Aires.
Leo nació en Rosario, Argentina, el 24 de junio de 1987 y desde muy pequeño ingresó a las Fuerzas Básicas de Newell’s Old Boys, formó parte de la Generación 87, equipo donde destacó por su habilidad, velocidad, visión y sobre todo su pequeña estatura.
En enero de 1997, Leo medía un metro con 27 centímetros, lo que llamó la atención de la familia Messi Cuccittini y del club rosarino, así que decidieron que lo revisara un médico endocrinólogo.
La endocrinología es una especialidad de la medicina, que estudia una rama de la biología que se encarga de las glándulas endocrinas, las cuales producen sustancias químicas llamadas hormonas, quienes están encargadas de regular los procesos metabólicos del organismo. Entre sus principales funciones, está el desarrollo corporal como lo son la sexualidad, la estatura, el peso y contexturas adultas.
Su médico, fue Diego Schwarzstein, quien se dio cuenta que estaban dormidas las glándulas y se le tenía que hacer un tratamiento. "Lo que le faltaba era una hormona, que se obtiene por ingeniería genética, se inyecta en formación cutánea una vez por día", así lo explicó Schwarzstein en una entrevista para Canal +.
Desgraciadamente, para la familia de Leo y para el equipo de NOB, el tratamiento era muy caro, cerca de mil quinientos dólares mensuales. Al principio Jorge Messi, el padre de Leo, consiguió la ayuda económica de un par de fundaciones, pero después de dos años, no pudieron seguir costeando el tratamiento.
Fue así como Newell’s Old Boys comenzó a pagar la terapia, pero esto no duró mucho y fue así como el padre de Leo buscó otra alternativa y en agosto del año 2000, lo llevaron a hacerse unas pruebas con River Plate con la intención de que el cuadro Millonario se hiciera cargo de la medicación.
Eduardo Abrahamian fue el hombre encargado de probar a Messi con el equipo de La Banda. "La práctica duraba cerca de una hora y media. Messi habrá hecho 16 goles".
El exfutbolista de River comentó en una entrevista para la Revista 1986 lo que más le llamó la atención de Leo. "La habilidad y la velocidad para encarar al rival. Y al ser un chiquito que no tenía una contextura física muy grande, me llamó la atención su actitud dentro de la cancha, cómo jugaba al futbol y sobre todo, cómo no sentía temor contra los más grandes.
"Lo que más me impactó fue la habilidad en velocidad, los cambios de ritmo que tenía con pelota y las definiciones", dijo.
Durante casi una semana, Leo y su padre se quedaron en Buenos Aires para seguir haciendo pruebas y Abrahamian habló con el Director General del club, intentándolo convencer de que Messi era un pequeño con cualidades extraordinarias.
Y ahí es donde comenzaron los problemas, el primero fue que Leo necesitaba seguir con su costoso tratamiento y su padre quería llevarse a Buenos Aires a toda la familia, lo cual el club no estaba dispuesto a costear.
La segunda dificultad fue que a Abrahamian le dijo a los dirigentes que Leo era un chico con muchas cualidades, y le respondieron que en River Plate ya había jugadores como él.
Fue así como nunca se dio ese fichaje, Leo regresó a Newell’s y en diciembre de ese mismo año Carles Rexach convenció a Jorge Messi y Celia Cuccittini de ir junto al pequeño Leo a un viaje a Barcelona para que el niño de trece años se probara en el club blaugrana por quince días.
A Rexach le bastó verlo un solo entrenamiento para decirle a su asistente "Ya lo puedes fichar". Y fue así como semanas después, el cuadro catalán y Messi quedaron unidos para siempre.
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