¡Se armó en grande! retiran a Mesut Özil de videojuego en China por motivos políticos
El alemán opinó a través de sus redes sociales sobre los problemas políticos que aquejan al país asiático.
El futbolista del Arsenal, Mesut Özil, cuyos comentarios sobre la minoría musulmana uigur irritaron a Pekín, fue retirado de las versiones chinas del popular videojuego Pro Evolution Soccer (PES), informó este jueves su distribuidor.
El viernes, el número 10 de los Gunners condenó violentamente en redes sociales la política china de seguridad extrema en Xinjiang (noroeste), emprendida como respuesta a atentados.
"Se queman Coranes... Hay mezquitas destruidas... Se prohíben escuelas islámicas... Intelectuales religiosos asesinados unos tras otros... Hermanos enviados por la fuerza a campos", se indignó el futbolista en un mensaje en turco difundido el viernes en Twitter e Instagram.
El gigante de los videojuegos NetEase, que distribuye en China los celulares del muy popular Pro Evolution Soccer, indicó en un comunicado haber retirado del juego a Özil por sus "comentarios extremos".
¿Quiénes son los uigures?
Los uigures constituyen una de las 56 etnias censadas en China. Esta minoría, principalmente musulmana que hablan una lengua emparentada con el turco, constituye algo menos de la mitad de los 25 millones de personas que viven en Xinjiang.
"Estas declaraciones han herido la sensibilidad de los aficionados chinos y violado el espíritu de amor y de paz de este deporte", aseguró NetEase. "No entendemos, no aceptamos y no perdonamos este comentario", añadió el grupo chino.
El club no se hace responsable
El sábado, el Arsenal se distanció de las declaraciones de su centrocampista ofensivo de origen turco, afirmando que el club "siempre se había adherido al principio de no involucrarse en la política".
Esa posición no impidió que el canal público chino CCTV dejara de emitir el partido entre el equipo de Londres y el Manchester City el domingo. La plataforma de streaming PPTV hizo lo mismo.
China ha sido escenario en varias ocasiones de atentados atribuidos a militantes uigures, especialmente en 2014, con ataques con arma blanca en la estación de Kunming en el sudoeste del país (31 muertos) y con explosivos contra un mercado de Urumqi (39 muertos), la capital de Xinjiang.
Organizaciones de defensa de los derechos humanos, investigadores y Washington acusan a Pekín de haber internado en esta región hasta a un millón de musulmanes, principalmente uigures, en campos de reeducación política.
Pekín niega esa cifra y habla de centros de formación profesional, destinados a ayudar a la población a encontrar un empleo y a alejarla de la tentación del islamismo y del terrorismo.
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La presión es de 3 equipos… y adentro lo reconocen Desde el Ángel