Gerardo Martino, el alumno de Bielsa que buscará alcanzar el sueño de México
El Tata fue el caudillo del Loco en la generación dorada de Newell’s, club en el que asimiló ideas que lo llevaron a trascender a nivel internacional.
En Newell’s Old Boys, Gerardo Martino (Rosario, Argentina, 20 de noviembre de 1962) se convirtió en un ídolo total de 1980 a 1995, lapso en el que fue referente de un club inolvidable e innovador de la mano del técnico Marcelo Bielsa, un genio que supo sacarle el mejor rendimiento y convertirlo en uno de sus caudillos, a pesar de que ser un jugador “vago y que no corría” –como se reconocía–, pero que a cambio “tenía mucha técnica” que servía para ocultar sus carencias.
Con el Loco encumbrado y ya reconocido por su sabiduría, el club leproso consiguió los campeonatos de la temporada 1990-91 y el torneo Clausura 1992, además de que rozó la gloria en la Copa Libertadores de 1992 (perdió la Final ante Sao Paulo en penales), etapa que dejaría una huella indeleble y que tendría una trascendencia a nivel global, al grado que todavía algunas de ellas se verán en este 2022 en una Copa del Mundo, gracias al Tata.
Bielsa, más que cualquier otro
Aunque en su andar conoció a otros grandes estrategas, como lo pudo ser Jorge Solari en el mismo Newell’s, Martino emprendió el camino a los banquillos bajo la tutela de Bielsa, un genio que “tiene una gran capacidad para transformar en trabajo las cosas que él ve que suceden en los partidos, no aburre sus trabajos son novedosos y tiene una cabeza notable", como lo explicaría (El Gráfico, 2018).
El rosarino nunca lo ha ocultado que es su gran mentor ni dejará de hacerlo, como tampoco lo harán los integrantes de la llamada Generación Dorada de leprosos, entre los cuales se encuentran también Mauricio Pochettino, Eduardo Berizzo, Ricardo Gamboa o Ricardo Lunari, todos ellos estrategas de cierto renombre, al margen de que algunos pudieron llegar más lejos que otros, gracias a un rico estilo en el que la posesión de la pelota es trascendental.
"Éramos un equipo efectivo que manejaba muy bien la pelota parada. Intentábamos ser agresivos para recuperar el balón lo más cerca del arco rival. Y otra característica para destacar era la versatilidad que teníamos, porque sacando Pochettino, Gamboa, y Llop, todos los demás teníamos la libertad para movernos en cualquier parte del terreno", recordó Christian Domizzi (ESPN, 2022).
Porque más allá de las ácidas etapas que le ha tocado vivir, ya fuera como estratega en Barcelona, la Selección Mexicana, o cualquier otro equipo, Martino ha intentado respetar una escuela. Por eso logró ser exitoso en la mayor parte en una carrera que comenzó en el Almirante Brown y se extendió por Libertad, Cerro Porteño, Colón de Santa Fe y su querido Newell’s, al que incluso llevó al campeonato de Primera en 2013, antes de dirigir a selecciones nacionales.
En representativos, lo mejor lo vivió con Paraguay
Qatar 2022 será el segundo Mundial para Martino, después que en 2010 comandó a Paraguay, la selección que más complicó a España en su camino al título en un durísimo partido de Cuartos de Final que apenas acabó 1-0 a favor de los europeos, además de ser subcampeones de la Copa América de 2011, rendimiento que le abrió la oportunidad para estar en el Barcelona y después en la selección de Argentina, de la cual saldría a mediados de 2016 por problemas con federativos sin poder completar un ciclo que estaba pactado de 2014 a 2018.
"Quien dirige en Argentina estaría preparado para dirigir en cualquier parte, no por lo competitivo, sino por todas las cosas de las que tenés que ocuparte acá", aseguró el estratega, quien tras el cisma que vivió se dirigió a la MLS, en donde recuperó el buen ánimo con el Atlanta United, con el que fue campeón, hasta que México tocó a su puerta.
Ahora, tras un proceso que inició en enero de 2019 que se ha dado entre altibajos, tendrá la tarea de llevar al Tricolor al llamado “quinto partido”, barrera que desde 1986 luce inaccesible para un representativo que bajo su mando ha regalado algunos momentos de buen futbol, aunque también otros de pocos alcances que intentará se olviden el 22 de noviembre, cuando abran su participación ante Qatar.
“Me parece que no hay nada que reclamarle a la gente; cuando juguemos contra Polonia habrá 50 mil mexicanos apoyando. Acá la situación es que el equipo esté a la altura de un Mundial y que saquemos el Mundial para adelante y eso cambiará la opinión de la gente”, declaró Gerardo Martino en entrevista con mediotiempo.